CAPÍTULO 8

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Maratón! (1/5)

— Mochi, vamos a casa — Dijo el Alfa pelinegro, aún cargando al Omega que se aferraba a él y se deleitaba con el aroma que desprendía.

El Omega sólo hizo un asentimiento con la cabeza, dando a entender que estaba de acuerdo.

El Alfa subió al Omega al auto, aunque fue difícil que lo soltara para poder acomodarlo, le abrochó el cinturón de seguridad y luego se subió el como piloto.

En el transcurso del caminó, el Omega iba casi encima del Alfa, pidiendo atención, restregando su narisita en el cuello de este y dejando pequeños besitos de vez en cuando.

Yoongi, estaba completamente consiente que quien hacía todo eso no era Jimin, si no su Omega, que ya lo estaba dominando por completo. El Alfa trataba de controlarse lo más que podía.

Tenía a su Omega en celo y encima de él. Un trabajo muy difícil para el Alfa. Pero sabía que no podía hacer nada con Jimin si el no estaba plenamente consiente y seguro de lo que quería. Debía saber controlar sus instintos y no cometer un error del que después se pueda arrepentir. Tal vez él no, pero su pequeño lo puede tomar muy mal cuando este en sus cinco sentidos.

Cuando llegaron a la casa del menor, este le entregó las llaves al Alfa y así poder abrir y entrar a la casa, cuando estuvieron dentro, el Alfa dirigió al Omega a su habitación. Desde que bajaron del auto, Jimin no se había querido despegar de él ni un momento. Debía darle supresores pero ya.

Ingresaron a la habitación y el Alfa rescostó al rubio en la cama, pero con un ágil movimiento Jimin lo jalo y lo tiró a la cama, posicionandose el Omega encima del Alfa.

La respiración del Alfa se corto, cuando empezó a sentir los besos que el menor empezaba a repartir por su rostro y cuello y como las hábiles manos del Omega buscaban su entrepierna para poder tocar a su gusto. El Alfa estaba perdiendo el control. Si no paraba ya, podía perder el control y eso es lo que menos quería en esos momentos.

— Jimin, d-etente... — Le dijo con mucha dificultad el Alfa.

— A-lfa~, te necesito~

— N-o, Mochi~ Ah!~

— !Ah!~ ¡Alfa!~

Jimin se estaba restregando descaradamente en su entrepierna y eso ya estaba nublado los sentidos del Alfa. De un momento a otro, reaccionó sobre lo que estaba a punto de hacer. Sujeto al Omega de las caderas y lo recostó en la cama, salió como rayo al baño del Omega a buscar supresores para que bajarán el malestar del menor.

No quería meter la pata con Jimin, no con él. Mucho menos si este no estaba plenamente consiente de lo que pueda suceder.

Claro que desea a Jimin, se muere por hacerlo suyo, tocarlo y amarlo de todas las maneras posibles, ver su marca en el cuello de su Omega. Pero no así, no si su pequeño no está en sus cinco sentidos.

Cuando encontró los supresores, y regresó a la habitación, se encontró con una escena que le rompió el corazón. Su pequeño estaba hecho un ovillo en la cama, soltando chillidos lastimeros y sollozando a cántaros.

— Mi pequeño, ¿Por qué lloras? — Se acercó lo más rápido posible al sensible Omega.

— ¿No me quieres Alfa? — Preguntó el Omega con sus ojitos rojos a causa del llanto, sus mofletes sonrojadas y un puchero que causó ternura en el Alfa.

— Claro que te quiero pequeño, pero Mochi no quiero hacer nada de lo que te puedas arrepentir luego; quiero que estés en pleno conocimiento si te llegó a tomar, quiero hacerte sentir en el cielo, hacerte ver las estrellas, pero con Park Jimin consiente, no con tu Omega nublando tus sentimos mi dulce Mochi.

EL HERMANO DE MI MEJOR AMIGO. ~Yoonmin~ (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora