EL HERMANO DE MI MEJOR AMIGO. ~Yoonmin~ (omegaverse)

CAPÍTULO 46

(Narrador Omnisciente)

Un lindo Omega rubio, estaba emocionado por que por fin ese día se pasarían a su nueva casa, Jimin estaba que casi saltaba de la emoción.

Bien dicen que después de la tormenta viene la calma y eso es exactamente lo que la pareja pensaba. Después de haber pasado por tanto sufrimiento al fín podían estar juntos y ser felices.

El Alfa le tenía una hermosa sorpresa a su hermoso Omega, razón por la que su familia y amigos no estarían con ellos en su casa el primer día aunque le ayudaron en todo, pero estarían con ellos en la noche.

La casa ya estaba amueblada, sus objetos y pertenencias personales ya habían sido todas trasladadas un día antes, ellos ese día llegarían a instalarse de una sola vez.

Jimin y Yoongi iban en su auto, tomados de la mano y con una radiante y linda sonrisa en sus rostros.

- Yoonnie ¿Por que nadie quiso acompañarnos? - Preguntó con un tierno puchero el menor.

- No es eso mi cielo, pero todos tenían cosas urgentes que hacer, pero prometieron venir en la noche mi vida, ahorita tendremos suficiente tiempo para conocer ambos nuestra casa.

- Esta bien cariño. Espero que si lleguen en la noche, muero por fin conocer nuestra casa amor. Tú ya la viste, yo aún no.

- Te encantará mi vida, ya lo verás.

Cuando llegaron, el Omega quedó aún más fascinado con la parte de enfrente de su hermosa y nueva casa, le había encantado, se acercó un poco, siendo seguido por su Alfa quien cada vez sentía más sus nervios a flor de piel.

- Ven mi cielo, entremos a nuestra casa  - El mayor tomó la mano de su Omega, se acercaron a la entrada e introdujeron la llave, una vez abierto, la pareja entró.

El rubio sintió que se desmayaría, pero de pura emoción, la casa era enorme le encantaba lo que veía, empezó a ver todo, la sala de estar, la cocina, comedor, las habitaciones de abajó eran dos, un baño en el piso de abajó, subió a la planta alta y amo la vista, la decoración, todo le fascinaba.

Cuando llegó a la recámara principal, el Omega sintió todas sus emociones a flor de piel, era exactamente con lo que él había soñado antes, era exacta con los muebles que quería, el color.

Jimin entró a la habitación de enfrente, la que sabía era de sus bebés por el pequeño letrero que estaba en la puerta, de un tono pastel, abrió la puerta y el Omega juraba que sus ojitos brillaban de tanta ilusión cuando vio por primera vez la que sería la habitación de sus pequeños seres de luz.

- Yoon... - Llamó a su Alfa, quien lo abrazo por la espalda, colocando su barbilla en el hombro del Omega y sus manos sobre su vientre - Esto... es lo más hermoso de toda esta casa, estoy... encantado con este pequeño nido de mis retoños - Lágrimas de felicidad salían de los ojitos del Omega.

- Lo se mi vida, esta casa es como el paraíso para ambos, es hermosa cada rincón de ella, desde la entrada hasta esta habitación de nuestros pequeños amores. Creo que al final quedó exactamente como tú la querías ¿Verdad?

- Claro que sí mi amor, es como yo la quería. Sólo faltara colocar la ropita de nuestros pequeños, Yoon.. ¿Vamos al jardín trasero?

- Si mi cielo  - El Alfa se sintió ansioso pero feliz y emocionado por lo que pasaría en breve.

Tomados de las manos bajaron hasta el primer piso, caminaron con una sonrisa en sus rostros hasta el jardín trasero, al llegar Jimin demostró mucha sorpresa, no sólo por lo hermoso que resultó el jardín trasero, si no que había una pequeña choza muy hermosa y estaba decorada con hermosas rosas rojas y blancas, platos en la mesa y en una esquina habían recipientes con comida.