Capítulo 3

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Y, así, los días pasaron. Y los días se convirtieron en semanas. Y las semanas en meses.
Mi vecino se había convertido en mi amigo. Y todo por una rata. Ah, no, me dijo que era un hámster. Qué más dará? Gracias a eso, conozco a Ethan. Y es lo más valioso que he tenido en mucho tiempo.
Quizá no podíamos pasar mucho tiempo por su trabajo, pues ser enfermero no era fácil

  >Él al menos tiene trabajo, y a ti se te acabará el paro dentro de nada

Sí, tenía que buscarme un trabajo, y tenía que ser ya, pero de qué? Me niego a volver a ser secretaria. O, al menos, aguantar tanto de alguien tan capullo.
Ethan seguro que tenía la respuesta. Sí, si lo llamo seguro que...

- Hola? - hum, Sí que ha tardado en contestar -

- Hola Ethan, cómo estás?

- Ocupado, es urgente? - sonaba cansado, e irritado. Por qué no se buscaba algo más fácil? Bueno, yo no tengo derecho a decir eso - esto... ______, estoy ocupado. Es urgente?

- Eh? Bueno...lo podemos hablar cuando vuelvas del trabajo... - suspiró-

- Está bien

Lo habré interrumpido? Normalmente cuando quedamos hablamos también de su trabajo. Dice que le encanta, pero que es difícil, ya que trabaja en el hospital que está justo en mitad de la ciudad.

                                                              •••

Estaba viendo distintos puestos de trabajo en el portátil hasta que alguien llamo a la puerta.
Me levanté y abrí la puerta, y Ethan apareció con una bolsa de plástico

- Pasa! No esperaba que vinieras

- He traído unos pastelitos - es tan encantador... - siento haber sonado un poco borde ésta mañana, pero ha sido difícil

- Es para comerte! En serio, saldría contigo si no fueras gay, eres un amor! Por qué no te gustan las mujeres?

- Y a ti?

Bueno, eso me pilló desprevenida.
Nos sentamos como de costumbre en mi sofá y empezamos a comer.
Tenía la cabeza hacia atrás, mirando al techo. Parecía pensativo

- Oye, has pensado en volver a Japón?

Me espetó eso de la nada

- Em...bueno, sí, por qué?

- Y por qué no has ido? Ya me has contado tu historia, y realmente lo siento. Y, a veces, cuando te veo, siento que por dentro estás vacía. A veces, cuando sacas el tema, tengo la sensación de que estás inquieta, de que aún no te quedas tranquila

Vale, a qué venía eso de la nada? Y por qué me dice esto ahora...? Bueno, sí, me conoce, y me avergüenza decir que yo no lo conozco tanto a él, pero...

- No me veo capaz. El simple hecho de recordar a mí hermana me duele - genial, ahora te tiembla la voz, qué bien! -

- Crees que no eres capaz, pero siquiera lo has intentado? Date cuenta, por favor. Ni siquiera tienes trabajo, hasta cuándo piensas seguir así? - odio que diga eso, porque en el fondo tiene razón. Y tampoco me puedo enfadar por su tono, escupe las cosas de una manera muy tranquila -

- Y si no puedo? Y si... Y si...-

- Y sí que? Y si te hechas a llorar? Es normal, _____, es tu familia. Pero si no vas, nunca lo superarás

                                                           •••

Por qué le hice caso?
  >Porque sabes que tiene razón. Hasta cuándo te la vas a pasar en         un estado tan deplorable?
Debí de haberme quedado en Canadá
  > Sabes muy bien que ahí no habrías resuelto nada. Pon los ovarios sobre la mesa!!!

Debo una disculpa a aquellas personas que decidieron seguir esta historia, porque como algunos ya saben, es una continuación.
En mi cabeza sólo aparece el nudo de la historia, (tanto de esta como de cualquiera)  pero no el principio y el desenlace, lo cual me dificulta empezar una historia y muchas más acabarla.
Aún así, haré lo mejor que pueda para que disfrutéis este fanfic.

Bye ~

Has crecido ~Aizawa y tú~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora