Prólogo

26 2 0
                                    

En esta vida existe lo que se llama fragilidad y así es todo en esta existencia es frágil hasta la cosa más resistente en el universo en algún momento será frágil y fácil de romper, hay cosas que no duraran para siempre en algún momento dejaran de ser, dejaran de existir y solo quedaran atrás como una fotografía que guardas en álbum y solo servirá para recordar ese momento pero nada más, habrá a quien le duela y a quien no, pero esto no define si eres fuerte, las personas también se rompen, pero lo mágico de esto es que las personas tienen la capacidad de volverse a construir, me enfurece que no noten esa maravillosa capacidad que pueden realizar, prefieren hundirse en un mal sentimiento y no salir de ahí, ellos mismos se ponen en un nivel de inferioridad del que no pueden escapar al crear deidades inimaginablemente poderosas, que dejan en ridículo la existencia de ellos mismos, los envidio muchas veces he deseado ser un simple humano y nada más, puedo aparentar serlo, pero sé que no es así, sé que por más que intente cambiarlo no funcionara, mi destino es estar aquí, hacer lo que me corresponde hacer, al final no puedo hacer nada para cambiarlo es una profecía después de todo en la que me involucra a mí y a alguien más, me pregunto ¿ese alguien donde se encontrara?, ¿si pensara igual que yo?, ¿si es como yo?, esas preguntas me invaden a diario he tratado de evitarlas pero siempre regresan y no se van, solo quisiera dormir demasiado tiempo para no pensar en ello, para que no invadan mi cabeza, quiero vivir en paz, sin tener encima de todo esto que cada vez me pesa más esta carga enorme que traigo conmigo, a veces pesa menos otras veces pesa demasiado que siento que me aplasta, me siento como esos humanos que cargan todos sus problemas y se encuentran en un punto muerto y no saben qué hacer así me encuentro ahora mismo sin saber qué hacer con todo esto, los humanos también son crueles, lo he visto infinidad de veces y todas esas veces lo único que he podido hacer es sentir impotencia por no poder actuar y detener los que mis ojos veían en ese instante, muchas de esas veces esas acciones eran hacia mí, me provocaban daño hacia mí, las mentiras, que te fallen, que te traicionen, que te den una puñalada por la espalda, que te rompan el corazón, son los peores dolores que puede sentir e imaginar en esta vida tan frágil que tenemos ante nuestros ojos, de donde yo vengo todo eso no existe, todo eso no se hace, no mentimos, no fallamos, no traicionamos, tenemos lealtad, no apuñalamos por la espalda, no ocultamos cosas y muy en especial no rompemos el corazón de uno de los nuestros.

He dicho que en esta vida todo es frágil ¿cierto? Y todo lo que les acabo de contar me da la razón pero hay algo que no se va a romper aun así llegue el fin del universo por completo y eso es el amor, esa energía, esa magia, que es encasillada equívocamente como sentimiento o emoción, el amor es más que eso, es más que esos términos simples, es algo que vas a sentir una vez en toda tu existencia, de diferente manera, en diferentes situaciones, pero será solo una vez y nada más, a lo largo de mi vida me ha tocado ver como los humanos han tenido la oportunidad de sentirlo pero no se dan cuenta, quisiera ir y gritarles a la cara, que su oportunidad de sentir el amor está pasando frente a sus ojos, pero es inútil no puede llegar a alguien y entrometerme en su vida es así como lo dicen ellos ¿no?, se lo toman tan enserio que si ven que una persona está siendo maltratada lo único que dicen es "pobre, pero no es nuestro asunto así que no hay que meternos", los humanos son egoístas solo se centran en el bienestar propio y no por el de los demás, el fuerte derrota a el débil, los más ancianos son olvidados, los jóvenes no son guiados para ser mejores, los líderes se encargan de dejar en peor condiciones a sus seguidores, de donde yo vengo esto no es así, a los más ancianos los respetamos, a los jóvenes se les enseña a seguir avanzando, el fuerte protege a el débil y el líder se encarga de velar y cuidar a todos los que lo siguen, en ningún momento los abandona aunque esto signifique la muerte para él, los humanos pueden lograr cosas increíbles pero no lo hacen se quedan encerrados autosatisfaciéndose, que no logran ver las maravillas que pueden lograr y por ese gran defecto es que poco a poco la humanidad va cayendo cada vez más hacia el vacío, aún hay humanos que no son así pero no son suficientes y al final esa personas son las que más dañadas resultan al final de todo esto terminan su camino demasiado rápido, a veces yo quisiera poder hacer eso pero que le puedo pedir a este cuerpo inmortal a esta alma inmortal, en algún punto de mi vida deje de luchar contra la corriente, deje de confiar en todos los que me rodeaban, no tengo a lo que se le llama personas importantes, solo me tengo a mí, solo confío en mí y en nadie más, así que solo decidí dejarme llevar por la corriente ya no luchar contra ella, dejare que ella decida por mí, ya no quiero luchar, ya no quiero intentar nada, siento como cada vez mi cuerpo se entume más por lo frío de esta corriente que me lleva a un lugar incierto, en algún momento me perderé a mí mismo y no encontrare la manera de volver, de salir de esta oscuridad que me consume, que está comenzando a drenarse por todo mi interior, esa sensación me causa terror y miedo, pero.... Prefiero eso a todo lo demás que he mencionado, lo prefiero con un altísimo porcentaje de probabilidad.

- ¡Joven Ráfáelson!- se escucha una voz de golpe y me levanto de mi asiento.

- presente profesor- respondo rápidamente.                         

ÚlfrDonde viven las historias. Descúbrelo ahora