Mala idea.

One-Shot

Un Harry Potter de doce años caminaba por las calles de Brooklyn tranquilamente, era una de las pocas veces en la que sus padres lo dejaban caminar solo, sin la necesidad de ser acompañado por su tío Jace, su tía Clayre, su tío Simon, su tía Lizzy o alguno de ellos mismos.

Harry estaba en paz en ese momento.

Habían pasado cinco años desde que había sido adoptado por Magnus y Alec y él nunca había sido tan feliz antes.

Harry caminaba esquivando personas y moviendo sus pies y parte de su cuerpo al son de la música que sonaba en sus auriculares.

'We Are' de One Ok Rock sonaba a todo volumen.

Harry no sabe lo que pasó después, tal vez fue por la música, tal vez fue porque sus sentidos estaban adormecidos con el baile que estaba haciendo.

Tal vez simplemente fue la mala suerte.

Solo sabe que dn un momento estaba girando en una plaza y al siguiente estaba cayendo en la inconsciencia.

[ Entonces... bueno, tal vez no sea tan malo salir con alguno de mis tíos ]

[●●●]

Albus Dumbledore estaba desesperado.

Cuando el banquete de Howarts comenzó, él no miró ninguna cabeza con nido de pájaro entre sus estudiantes de primer año.

¿¡En dónde estaba Potter?!

Y tal vez... ahí se dio cuenta de su propio error.

Su único error.

Nunca había vigilado al niño.

En cuanto dio el discurso para la bienvenida de los nuevos ingresados, él casi corrió a su oficina a registrar las cartas que fueron enviadas.

La carta de Harry Potter para Howarts nunca fue enviada porque Harry Potter no iba a asistir a Howarts.

¡Albus casi pierde la cabeza cuando se dio cuenta de que su héroe estaba en estados unidos!

¡Tenía que recuperarlo y rápido!

Albus maldijo a los Dursley por... bueno, por ser los Dursley, eso tenía mucho sentido para él.

Sentía que se iba a volver loco.

¿Con quién estaba Harry Potter?

¡Su plan estaba siendo un completo fiasgo!

Se suponía que el niño crecería anhelando el amor que le negaron, Albus se lo daría, él le daría el amor que siemore quiso y en su agradecimiento, Harry estaría dispuesto a sacrificar todo por el mundo mágico.

¡Él era el que los iba a salvar de ese gran tormento!

¡Tenía hasta las pruebas preparadas! ¡Y escogió los aliados!

La familia Weasly, con Ron siendo de la misma edad que el joven Potter, se harían los mejores amigos en el tren, el chico quedaría en Gryffindor donde conocería a la sangre muggle Granger, ella con su gran cerebro lo llevaría por el buen camino.

Pero claro, tuvo que recordar que los Potter nunca se lo pusieron fácil.

- Tengo que hablar con Cornelius - se acercó al hermoso fénix - ¿Qué piensas Fawkes? - lo acarició.

Tenía que convencer a Minerva y a Molly para ayudarlo.

Buscar algunas hiervas, hablar con ciertas personas y... bueno, ¡Listo! ¡Tendría un Harry Potter en Hogwarts!