Uno

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La madrugada era fría ajustó mejor su abrigo mientras salía del local, eran aproximadamente las cuatro de la madrugada, se sentía sumamente cansado, tantas noches de desvelo le estaban cobrando factura, estudiar de día y trabajar de noche era difícil en demasía, pero era un sacrificio que estaba dispuesto a hacer.

Sacó un cigarrillo dispuesto a encenderlo, no era fanático del mismo, pero necesitaba relajarse. Un conocido y lujoso auto negro se estacionó al lado suyo, la ventanilla fue abierta dejando ver el perfecto y varonil rostro que tanto le gustaba.

Jimin sonrió coqueto y se aproximó hacia élhñ guardando el cigarrillo en la caja.

—¿Porque tan solo bonito?— preguntó Yoongi mientras le daba una sonrisa ladeada.

Jimin le devolvió el gesto —Voy a casa— explicó.

—Sube— ordenó Yoongi.

Jimin obedeció, subió en el asiento de copiloto y abrochó su cinturón.

—No deberías caminar a estas horas solo— regañó molesto.

Jimin se encogió de hombros restándole importacia —No tenía con quien irme, pero para eso estás tu ¿O no?—

Yoongi rió y tomó su mano en un gesto tranquilo —¿Quieres ir a mi casa? Podríamos pasarla bien tu yo—

Jimin negó —Lo siento, pero debo llegar a casa, debo reponer fuerzas. Estoy muy cansado— abultó sus labios.

—Y yo estoy muy estresado— Exclamó Yoongi mientras una mano traviesa presionaba el muslo contrario.

—¿Que puedo hacer para remediarlo?— Una sonrisa cómplice se dibujó en sus labios por la propuesta indecorosa que este le hacía.

—¡Oh cariño, puedes hacer demasiadas cosas por mi!— dijo en un susurro mientras se acercaba peligrosamente a sus labios.

Jimin se alejó a propósito dejándolo con las ganas de besarlo —No puedo quedarme contigo, pero puedo ayudarte a quitar tu estrés—

Yoongi sonrió victorioso mientras las manos de Jimin jugaban con su cinturón y tocaban su hombría por sobre la tela de su pantalón, a estas alturas estaba tan duro como una roca y es que ese era el efecto que tenía Jimin en él y en todos los hombres que lo conocían. Tenía el poder de excitarlo con unas solas palabras.

—No juegues con tu jefe pequeño— murmuró con la voz cargada de lujuria.

Jimin le sonrió inocente –¿Crees que podría jugar contigo?— preguntó mientras desabrochaba su cinturón y bajaba su cremallera una de sus manos se deslizó de manera ágil bajo su ropa interior y jugó con su duro miembro, Yoongi gimió por este acto.

—Siempre eres tan insolente Jiminie. Tendré que educarte un día de estos—

Jimin se acercó, sus labios a centímetros de rozarce —¡Entonces deberías hacerlo!— dijo de manera seductora mientras chocaba sus labios a los contrarios y delineaba con su lengua los delgados belfos de su hyung.

La mano que tenía su miembro subió y bajó rápidamente provocando un cúmulo de sensaciones en Yoongi, mientras sus lenguas se encontraban en un apasionado beso, al cabo de unos minutos se tuvieron que separar, jadeando de placer.

Yoongi acarició dulcemente su mejilla —Eres un insolente, pero eso me encanta pequeño—.

Jimin sonrió con picardía —Creo que mereces un premio por tanto trabajo duro hyung— dijo en un susurro y la sola mención de esa palabra hizo que una corriente eléctrica recorriera el cuerpo de Yoongi, yendo a parar justo a su miembro, logrando que se pusiera mas duro de lo que ya estaba, acto que no pasó desapercibido por Jimin —Veo que estás ansioso y yo no soy nadie para retrasar tu placer— le susurró agachándose a la altura de su miembro.

Only Mine || Y.M(Secuela) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora