Only Mine || Y.M(Secuela)

Ocho

-Será rápido, no debes preocuparte.

-¿Mhmm?- preguntó confuso.

Suran bajó la mirada mientras le acomodaba la corbata -He dicho que la reunión será rápido.

Yoongi asintió, se sentía mal por ignorarla, pero mientras ella hablaba él solamente podía pensar en ese chiquillo rubio que le había robado el corazón.

A veces ni él mismo entendía su situación, estaba casado con una buena mujer, con alguien que lo había apoyado en sus malos momentos y que había estado ahí para sostenerlo, pero la estaba dejando de lado por quien Por un prostituto Respondió su mente, negó para sí mismo, Jimin era más que eso, era un ser hermoso con un gran corazón y adoraba la manera tan especial en la que sentía cada momento a su lado, se sentía vivo y el sentimiento crecía día con día, pero había algo mas, le preocupaba, hacia dos días no asistía al club, había pedido permiso por cuestiones familiares y eso lo tenía confundido, no insistió porque era bien sabido que ya no quería que trabajara de eso.
No sabía que ocultaba, pero le intrigaba mucho.

Esa noche era la cena de cumpleaños de su suegra y debía asistir así no quisiera, al estar listos salieron de casa con rumbo a la casa de sus suegros, la velada era tranquila, estaban entre familia, Yoongi se llevaba bien con todos, se sentía cómodo en su compañía, sus suegros lo apreciaban mucho.

-¿Cuando piensan darme nietos?- Preguntó Soyeon.

Suran carraspeó nerviosa mirándolo directo a los ojos -Aún no es momento mamá.

-Llevan mucho tiempo casados, deberían pensar en formar una familia.

Yoongi miró a Suran quien sonreía nerviosa, se veía triste y él se sentía un maldito porque en ese justo momento en lo único que podía pensar era en formar una una familia, pero con Jimin.

Los ojos de Suran se encontraron con los suyos y sintió un nudo en el estómago, la estaba lastimando y demasiado, ella no merecía eso, ella merecía que fuera sincero por todos los años a su lado, no podía condenarla a un matrimonio en el que ya no le podía ofrecer lo que necesitaba y ahí mirándola justo a los ojos supo lo que debía hacer.

Al llegar a casa y estar en su habitación se vio admirándola, era una mujer hermosa, pero su corazón ya no le pertenecía.

-Debemos hablar.

La pelinegra le miró con los ojos llenos de lágrimas -¡No lo digas!

Yoongi intentó tomar sus manos, pero ella se alejó, las lagrimas ya mojaron sus mejillas -Esa persona... ¿Te hace feliz?

-Yoongi bajó la mirada -Lo hace.

La chica le dio una sonrisa rota -Eso es lo importante.

-Escucha... Yo en verdad lo siento, te amé y demasiado, pero lo nuestro ya no venía funcionando desde hace mucho... En verdad lamento esto, no quise lastimarte porque te quiero y en verdad deseo que logres la felicidad que ya no puedo ofrecerte.

-También te deseo lo mejor y no te preocupes, no moriré por esto- dicho esto salió de la habitación dejándolo solo y triste, pero satisfecho por al fin haber sacado lo que llevaba dentro desde hace tanto tiempo.