Capitulo X

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Se acerco lentamente pensando en que este no estuviera dormido como parecía y que de un momento a otro abriera los ojos, ya cuando estuvo justo en frente de el pudo darse cuenta de que efectivamente estaba dormido, sino probablemente ya habría detectado su presencia era extraño verlo de esta manera lo hacía parecer tan inofensivo, nada que ver con el aguerrido Kiryuu que era cuando estaba despierto, así que sin ser realmente consciente de lo que hacia se sentó en el borde del sillón , en el espacio que no estaba ocupado por el cuerpo del cazador ; lo hizo con sumo cuidado tratando de no despertarlo y que ese momento acabara, desde esta posición podía ver los rasgos definidos del cazador incluso escuchar lo pausado de su respiración - ¿hace cuanto tiempo que no lo veía de esta manera?, desde que era pequeño que no lo veía tan apacible frente a él , levanto su mano para acariciar los cabellos del peli plata ; seguía igual de suave que en aquel entonces, quito algunos mechones del rostro del menor que era tibio y muy suave su piel que era en marcada a la perfección por sus platinados cabellos , su vista bajo entonces hasta su vientre donde permanecía apoyada la mano que momentos antes se había herido, recordó que en ese momento estuvo a punto de perder el control, lo observo por un minuto, el aroma dulce de la sangre de Zero era aun apreciable en el ambiente, ¿que se supone que estaba haciendo? Al mirar dormir tan tiernamente al que decía ser su peor enemigo era un poco ilógico y absurdo considerando que la mayor parte del tiempo se llevaban mal, aunado al carácter necio del peli plata y una que otra amenaza de muerta por parte del mismo; tal vez no le convenía mucho estar en la posición en la que se encontraba, sonrió con diversión- solo por esta vez- pensó, luego volvió la vista al rostro del cazador

Caminaba en medio de aquella niebla, mientras sus huellas se quedaban grabadas en la espesa nieve, no sabía a dónde estaba, ni cuál era su destino, pero sabía que iba hacia algún lado, otra vez esa silueta en la lejanía volvía hacerse presente , mas no visible, venia en su dirección quizás esta vez si pudiera ver su rostro, su pecho comenzó a doler , la niebla comenzó a disiparse, sus ojos de un color gris se fijaron en el mientras veía la nieve teñirse de rojo y como aquella mirada que en un principio tenía un brillo comenzó a opacarse cada vez mas hasta que solo eran posos sin fondo esto hizo que su pecho doliera mas, un par de lagrimas silenciosas se derramaron por aquel rostro que parecía inmutable, solo observándolo con sus fríos ojos, abrió sus labios para pronunciar el nombre del hombre que estaba frente a él, lo había reconocido, sin embargo, no pareció salir sonido alguno de su boca

Los suspiros son aire y van al aire

Las lágrimas son agua y van al mar

Dime cuando el amor se olvida

¿Sabes tú a donde va?

Fue como un susurro , la imagen comenzó a distorsionarse, se hacía cada vez más difícil respirar, Zero se removió un tanto incomodo, por un momento Kaname pensó que desesperaría, pero no fue así en su lugar dejo mas al descubierto a la blanca piel de su cuello cosa que no paso desapercibida ante los ojos de Kaname, se veía tan tentador aun con el leve aroma a su sangre que todavía estaba flotando en el aire debido a la herida de su mano que si no estuviera dormido juraría que estaba provocándolo ,lentamente se acerco a la piel que tan generosamente le ofrecía el peli plata, apreciando como el espeso liquido corría por sus venas, conforme se acercaba mas lograba apreciarlo con más detalle ,estaba tan absorto con la escena particularmente incitante que no fue consciente de como sus colmillos se alargaron y sus ojos se volvieron escarlata , se deleito con el exquisito olor de su piel , su respiración chocaba con esa suave piel ,ante esto Zero soltó un imperceptible suspiro sentía algo caliente en su cuello que le producía un extraño hormigueo, que no se sentía mal, Kaname rozo cuidadosamente su piel con sus colmillos sacando un poco de sangre ante la fricción, la cual lamio con gusto, al sentir el sabor dulce en contacto con su legua sus ojos se volvieron aun mas carmesís casi rayando el color obscuro, se dispuso a obtener más de esta, abrió un poco mas su boca , rozo nuevamente la piel blanca del cazador cuando se disponía por fin a clavar sus colmillos en el apetecible cuello

Shot In The DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora