hola

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Bajé la ventanilla del coche un momento, quería sentir el viento en mi cara, disfrutar del aire a campo durante un corto periodo de tiempo. Hasta que vi subirse la ventanilla sola
-Diana, no bajes la ventanilla que entran bichos y te enfermas- dijo mi padre para después continuar su alegre conversación con mi madre.
Puse brevemente los ojos en blanco y seguí mirando a través de la ventana. Éramos tres en la familia, mi madre, mi padre y yo. Desgraciadamente no tenía hermanos, aunque deseaba uno.
Íbamos a quedarnos todo el verano en la casa de mis abuelos, dónde se encontraba la mitad de mi familia por parte de madre. Hacía años que no les veía, de hecho, la última vez tenía 13 años y recordaba vagamente la estancia.

Durante el resto del viaje puse música tranquila, aunque no podía escuchar bien al tener de fondo el alto volumen de los beatles que pusieron mis padres en la radio del vehículo.

Mi padre me despertó cuando ya estábamos en casa de mis abuelos. Abrí la puerta un poco dormida y observé la pequeña casa.
Había plantas alrededor de las paredes gruesas de piedra, con un pequeño jardín repleto de flores y una silla blanca de madera. La casa tenía dos plantas, finalizando en un tejado rojo oscuro.

Sonreí al recibir una gran cantidad de recuerdos fugaces sobre la última vez que vine. Había pasado mucho tiempo y las flores parecían estar en el mismo sitio que antes.
El sonido de un perro acercándose hizo que reaccionara, le miré y acaricié.
-¿Y tú quién eres pequeño?- me agaché a jugar con él.
-Es butter- dijo una voz raspada y dulce. Levanté la cabeza.
-abuela- me levanté y la abracé sonriente, parecía que esta expresión no se disiparía de mi durante mucho tiempo.
Correspondió el abrazo con un intenso olor a perfume, tan característico de ella. Llevaba un largo vestido de flores cubierta con una sudadera hecha a croché y el cabello corto, de color gris.
-te extrañé, ven y saluda al abuelo- entré en casa, dejando que mis padres quitasen las maletas del coche y las dejasen en el salón.
Era acogedor, cómo si hubiese salido de alguna revista inglesa. Con diversas tazas de decoración, muchos objetos varios en estanterias de madera y una televisión ancha, del año en el que nací aparentemente.
-Quería tejerte algunas prendas de ropa, pero no sabía tu talla con exactitud asi que... bueno, cuéntame que tal ha sido vuestro viaje- dijo mi abuela tras haber saludado a mi abuelo y que se dirigiese afuera ayudando a mis padres.
-Bien, aunque no pararon de poner música durante todo el viaje. Durante todas esas horas- recalqué esa última frase
-En nuestra defensa diré que te estábamos culturizando- respondió mi padre con varias maletas de colores. Me levanté y le ayudé a ponerlas en el salón.

Las siguientes horas fueron un poco caóticas, nos mostraron las habitaciones donde nos quedaríamos. Una para mis padres y otra para mi al final del pasillo, con vistas a la entrada principal. No era muy grande, pero fue un gran detalle el que quisieran decorarla. Tenía estampados en las paredes y una cama con sábanas rosas y princesas.
"Nota mental: rehacer la habitación a mi gusto"
Acomodé mi ropa en el armario, coloqué mi póster de Interstellar en la pared y una fotografía con todos mis amigos en la fiesta de graduación.

Salí aun sonriente y bajé las escaleras, para cenar junto a mis abuelos.
La familia siempre había sido un concepto bastante emocional y personal para mi. Por parte de padre, no hablábamos con ellos desde que tenía consciencia. No sabía bien que había pasado entre ellos, pero solo nos comunicábamos con dos o tres primos, juntos pasábamos las fiestas en Londres, dónde había vivido toda mi vida.
Por parte de madre, teníamos a mis abuelos, una tía y algunos primos que no conocíamos muy a fondo. No les veíamos debido a que nunca encontramos el tiempo de hacerlo, y por fin este verano iba a serlo.

Estábamos todos sentados, hablando sobre distintos temas actuales, sin introducir la política aun. Ninguno quería meterse en problemas el primer día.

-Sí, estaba pensando encontrar trabajo por aquí durante el verano, así ahorro para la universidad- dije masticando un trozo del guiso que nos habían cocinado.
-Preguntaré si hay ofertas por algún lugar, me parece muy buena idea- continuó mi abuela siguiendo con la conversación y llevándola hacia los dramas del vecindario.

Tras despedirme de todos los miembros de la familia, decidí irme a dormir. Había sido un día largo y agotador.

Subí las escaleras y me tumbé en cama, que hizo un ruido fuerte, para nada glamuroso, de muelles saltando.

Mi vida era perfecta.

Iba a pasar mi último verano antes de la universidad junto a mi familia, me había graduado junto a mis amigos del instituto. Además, me esperaba una nueva etapa en mi vida que estaba muy cerca: la universidad de arquitectura en nueva york. Había trabajado mucho tiempo para conseguirlo, pero al final entré, sin ninguno de mis compañeros que había hecho mi vida imposible cerca. Íba a Nueva York a vivir un futuro brillante. ¿Qué clase de vida utópica estaba viviendo?
Me dormí entre pensamientos, sabiendo que nada ni nadie iba a alterarme esos planes ni mi vida perfecta,... o eso pensaba entonces.

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Primer capítulo para conocer mejor a la prota Diana. Por si acaso hago aquí un apartado para conocerla más y mejor.
Nombre: Diana Hershey
Edad: 17
Cumpleaños: 11 de julio
Universidad: de arquitectura en NY
Vive: en Londres
Color favorito: verde militar/amarillo claro
Odia: la menta, los escorpiones y la completa oscuridad
Le encanta: el jazmín, todo lo que tenga patatas, tocar el piano y dibujar edificios
Es fan de: Interstellar, Star Wars, Ariana Grande y canciones de rock entre otros
Amigos: Max y Emma. Aunque en realidad tiene un grupo de amigos más extenso, esas son las personas que considera más cercanas.
Animal favorito: ciervo

mine for the summerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora