➥ 𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝐼𝐼𝐼

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Aunque TaeHyung estaba desconcertado, se permitió analizar determinadamente el rostro de Jungkook

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Aunque TaeHyung estaba desconcertado, se permitió analizar determinadamente el rostro de Jungkook. Buscaba cualquier tipo de pista que le indicará que el azabache mentía sobre su confesión.

Pero el pelirrojo detuvo su mirada al notar los ojos del contrario, entonces recordó el brillo de esos orbes marrones de esa noche, tan grandes y brillantes que parecían contener toda una galaxia en su interior. Definitivamente, era él.

—¿Todavía tienes dudas?  —posicionó sus brazos a cada costado de la cabeza del pelirrojo.— A lo mejor debería demostrártelo.

Su sonrisa traviesa desapareció tan pronto como sus labios atraparon los de TaeHyung. Este último negó inmediatamente la acción, apretando los labios con fuerza e impidiendo el paso de la lengua del otro.

Jungkook, frustrado al percibir que TaeHyung no estaba accediendo, optó por estrechar descaradamente su trasero, ocasionando que este abriera la boca con asombro para luego de esta forma poder meter su lengua a la cavidad impropia.

TaeHyung no podía entenderse a sí mismo, no quería nada de esto, pero entonces ¿por qué se sentía tan bien?

—¿Estás tan excitado como yo?  —en solo unos segundos, TaeHyung sintió cómo su cuerpo era volteado con brusquedad, quedando totalmente contra la pared.— ¿Sientes lo duro que estoy?  —preguntó desvergonzado, frotándose sobre el culo de Tae.

—¿Qui-quieres dejar de ha-hacer eso?  —TaeHyung tragó duramente saliva.

Trató de apartarse de la pared, pero rápidamente Jungkook se lo impidió al retener todo su cuerpo por completo.

Más allá de sentirse un poco mareado por las sensaciones infinitas que el toque de Jeon provocaba en su interior, su subconsciente luchaba con la idea de tener respeto y decoro consigo mismo, pero su cuerpo empezaba a reaccionar impidiéndole pensar con suma claridad. Todo su ser estaba siendo comido por la maldita excitación.

Importándole poco su moral, eligió escuchar sus impulsos. TaeHyung tomó la iniciativa de restregarse contra la entrepierna de Jungkook, el antedicho sonrió victorioso al haber logrado lo que pretendía.

—¿Ves? Tú también lo quieres, TaeHyung.

TaeHyung se giró detallando los bonitos y rosados labios del azabache, su perfecta y fina mandíbula de la cual después se tomaría el tiempo de delinear con sus dedos; por último, pero no menos considerable, clavo de nuevo su vista en aquellos ojos que detonaban deseo y que estaban a punto de volar hasta el último suspiro de su cuerpo.

Luego, Jungkook comenzó a recorrer suavemente con labios sus húmedos el cuello acaramelado de TaeHyung mientras que sus traviesas manos toqueteaban juguetonamente el cuerpo del menor.

—Hagamos las cosas a mi manera  —su aliento cálido rozó con la oreja del pelirrojo, causándole uno que otro escalofrío.— Regla uno, el miembro de papi es sagrado, debe ser saboreado y asistido cuando sea necesario, ahora ponte de rodillas y chupa.

Ꮚ Trανєѕíα Sєχυαℓ⭑ ᴷᵒᵒᵏᵛ (EDITANDO) ᏊDonde viven las historias. Descúbrelo ahora