Una más a la lista

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A veces imagino que todo lo que pasa a mi alrededor es producto de mi cabeza, suena estúpido, pero analízalo...nada ni nadie te puede asegurar que la vida que estás teniendo sea real.

Me gusta pensar que es así porque de esa manera podría controlarlo todo, al final, todo está en mí.

No es muy alejado de lo que en realidad es, en cada persona hay una mente y en cada mente un mundo. Suelo ver a las personas e imaginar lo que hay en su mente, o crear una historia con esa persona. ¡Mira!, esa vendedora de frutas tal vez en su juventud pudo ser la persona más importante del planeta, o que tal él, puede ser que en algún momento de su vida mató a alguien.

Es divertido hacerlo porque probablemente jamás sabrás si es verdad o no.

Comienzas a ver diferente al mundo cuando piensas en cosas imposibles a lo largo del día, así disfrutas más el observar al mundo con detenimiento.

Imaginar, perdemos la habilidad de imaginar cuando vamos creciendo, es considerado malo el imaginar por algunas personas e incluso religiones, pero es inevitable, es divertido, pero no necesariamente infantil, puedes imaginar cómo sería tu vida si hubieras elegido de una manera incorrecta, o cómo es el infierno o el paraíso si es que existen.

En mi cabeza, el infierno es un lugar obscuro, pero no tan malo, puedes hacer lo que quieras porque, ¿qué te harán si haces algo incorrecto?, ¿te matarán?, no se puede, ya estás muertos, ¿te castigarán?, ya estás en el infierno, ¿qué castigo más severo que ese?

El paraíso suena aburrido, te castigan por todo, no eres libre de hacer las cosas que te intrigan porque incluso el pensarlas está mal, qué castigo tan más duro será estar en el "paraíso".

A veces me gustaría desaparecer por un momento o ver todo desde otro cuerpo, estar en la misma vida a veces aburre.

Quiero ser libre, merecer no estar en el paraíso, quiero controlar lo que me pasa, quiero ser feliz, debería ser más fácil, tan solo tengo 15 años, ¿por qué es tan difícil? Quiero empezar de cero, ser una persona nueva, esos pensamientos me saturan.

Estoy harta de depender de mis pensamientos, de ser vulnerable frente a las cosas que yo misma planteo. Sobre-pensar las cosas me hace sentir encadenada, esclava de mi mente, rogando que ese día no pase nada que me haga sentir abrumada, debería ser fácil pero por alguna razón no lo es.

Cuando me doy cuenta de que dependo de mí, solo de mí, me asusta y me aterra la idea de ser la encargada del rumbo que dé mi vida, creo que necesito a alguien conmigo todo el tiempo, que me ayude a tomar mis decisiones, que me ayude a tomar un rumbo.

Me siento perdida, me dicen qué debo y qué no debo hacer para ser correcta a los ojos de los demás, pensar en cómo me ver las personas me ha quitado el tiempo de pensar si me siento bien, de pensar si en realidad estoy conforme mi persona. Pensar me consume, pensar en la escuela, en mi familia, en las cosas que tengo pendientes pero también tener en cuenta de que hay personas que confían en mí. No quiero decepcionarlos, pero no me ayuda estar bajo presión, no hago las cosas como me gustan.

Me obligan a hacer cosas en las que no soy buena porque si no lo hago de manera "correcta" a los ojos de alguien más, repruebo. Si tan solo esas personas se dieran cuenta de que no a todos se nos hace tan fácil el dibujar, realizar operaciones complicadas de matemáticas, entenderle a un segundo idioma, escribir una historia, o hacer programas de computación...si se dieran cuenta de que no todo lo que ocupa nuestra mente son solo las cosas que tenemos pendientes.

Quiero dejar de depender de mi mente, ni siquiera al salir puedo dejar de pensar en cosas que me hacen sentir insegura, ¿qué estará pensando la persona del transporte en el que voy?, ¿llegaré bien a mi destino?

En mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora