Esta es la historia de un chico que no encontraba el camino para sentir que aún podía amar desde lo más profundo de su corazón, en su soledad interior pensaba mucho y se preguntaba qué era lo que había hecho mal para sentirse así y para que le sucediera de nuevo lo que tanto temió en la vida.
El chico ya no quería ser alegre, amable, cariñoso, en resumen ser bueno, no quería sentirse nunca más con ganas de llorar y no poder hacerlo, no quería creer de nuevo a pesar de tener el apoyo incondicional de su mejor amigo.
Aquel chico ya no sentía en su corazón la capacidad de amar y de ser amado, en su corazón nacía la amarga semilla del rencor.
Por aquellos días el chico no podía ver con claridad a las personas que amó; las confundía o no las reconocía, sentía temor, el temor de creer de nuevo, de amar de nuevo.
De la misma forma que el chico encontraba en su alma sentimiento extraños, iba conociendo a una chica, pero su corazón ya no quería sentir cariño otra vez, en un par de ocasiones ella le dijo te quiero, pero ya ni siquiera eso conmovía su corazón, el chico estaba ciego y sentía miedo de volver a creer.
Pero aquella preciosa chica y su forma de ser pudieron más que el rencor y el miedo, con su tierna mirada le enseñó al chico el camino de su corazón, a través de su calida sonrisa le enseñó de nuevo a ver y reconocer a las personas que había olvidado.
Con su forma de ser, sus palabras y como solo ella sabe ser, iluminó con el brillo de sus lindos ojitos el cielo del chico, que de pronto oscureció.
Fue entonces cuando el chico poco a poco volvió a sentirse capaz de amar.
Recordó como decir te quiero sintiéndolo desde lo mas profundo de su ser, conmoverse con una lágrima o sentirse bien si un amigo lo está, sentir que todavía existe alguien que necesita de su amor y que con pequeñas cosas le hace sentir bien.
Tanto fue así, que un día no pudo más y sintió desde lo más profundo de su corazón el deseo de decirle a la chica te quiero, y así fue , sin miedo a lo que pudiera suceder y seguro de sentir en su corazón amor le dijo: "te quiero, te quiero muchísimo", la chica lo miró y le dijo "yo también te quiero".
El chico le explicó, entre otras cosas, que la quería de una manera especial y que si algún día sus sentimientos cambiaran, ella sería la primera persona en saberlo y quizás la única, no quería que le volviera a pasar, o de antes, pero no pensó en eso y la abrazó tan fuerte como pudo, sintiendo en ese abrazo que se iniciaba una verdadera y especial amistad.
Bien, hoy ha pasado un año de ese hermoso día.
Un año de que el chico dijo "te quiero" más seguro que nunca y de lo más profundo de su alma.
Un año en que ambos han estado juntos incondicionalmente en alegrías y penas, de día y de noche, en la lluvia y el sol, en invierno y primavera, en el bien y el mal, en la fantasía y le realidad, en la sonrisa y en las lágrimas.
Juntos, juntos en todo momento, el chico aprendió a ver a través de la sonrisa de la chica y hoy en día si ella está triste, él también lo está sin duda alguna, pasó un año en que el chico aprendió también a llorar y volvió a sentirse conmovido por pequeños detalles y sentirse feliz si ella lo está, aprendió a abrazarla y acariciarla sin tener que sentirse mal por eso y por ser más que enamorados, AMIGOS.
Hoy en día, el chico se siente con ganas de amar más y más, se lleva cada día mejor con la soledad, ya que solo quien es capaz de sentirse solo es también capaz de ser amigo, pero no es su necesidad, es su alegría y su abundancia de amor lo que desea compartir.
Lo que la chica aprendió y siente hoy en día es parte de su historia.
Lo que el chico quiere es que también sea parte de la de él, pero lo que él más desea de todo corazón, es que hoy mas que nunca la chica comprenda que él la quiere mucho, y cada día más, él está seguro de que ella lo sabe y espera que lo sienta en su corazón y que él aun esta ahí para cuando ella lo necesite.
Y cuando se sienta mal estará con ella, pase lo que pase, y sobre todo que esta bella historia forma parte de la historia del chico y que ella forma parte de la vida de él.
Esta es la historia de mi corazón, de una amistad que significa todo para mi, por que aquel que diga que la verdadera amistad entre varones y mujeres no existe esta equivocado, y recuerden una respuesta sincera es señal de amistad verdadera
