Capítulo 1

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Shido se la pasaba siempre sonriendo, pero cuando no estaba con nadie se sentía un poco melancólico, y ciertamente era algo de esperarce, Kurumi se había sacrificado sólo para poder hacer unas horas de recuerdos con el, aun que sabía que al final la Kurumi original la encontraria y mataría, pero juro que no la hiba a olvidar, y el nunca lo haría, después de todo ella se había casado con él, aun que no fuera real, el sentía que sí lo había sido, el peliazul se paro para mirar aquella foto, su matrimonio, y fue justo en ese momento cuando ocurrió, un golpe en la puerta, era suave pero lo suficientemente fuerte como para que el lo escuchará, cuando bajó ciertamente se preguntaba quién sería, eran las 2 am, cuando abrió no había nada así que se dio dar la vuelta para poder cerrar, entonces lo escucho

- Ara Ara, Shido-San, no puedo pasar?? - inmediatamente shido se dio la vuelta y la vio, la esperaba ver con su vestido astral, pero en lugar traía un vestido negro largo no mangas grises oscuras, ciertamente le pareció muy familiar, y no pudo evitar recordar la sonrisa de kurumi, de esa kurumi

- kurumi, que haces tan en la mañana?? - la chica solo sonrio, pero esta era una sonrisa diferente a las de siempre, se sentía más acogedora y cálida que la original, y eso le causó un poca de melancolía

- puedo pasar?? - pregunto la pelinegra, cosa que lo trajo a la realidad una vez más, el solo asintio, cuando ingresaron, kurumi se quito las botas y las dejó en la entrada, no supo ni cuando ni cómo, pero ahora ambos estaban en el cuarto de shido, este vio como la expresión de la chica pasaba de ser feliz a una de sorpresa mientras se acercaba y tomaba entre sus manos la foto del matrimonio

- la guardaste todo este tiempo... - shido párpadeo ante esto, si lo que sabía era cierto una línea temporal antigua no tiene acceso a información nueva a no ser que la original lo permita, ni está puede entrar a los nuevos recuerdos de sus otras yo, fue entonces que lo entendio y todo cayó organizado como una pieza en un tablero de ajedrez

- kurumi, eres tu?? - la pelinegra con lágrimas bordando sus ojos y una suave y gentil sonrisa asinto, lo único que shido hizo fue tocar su mejilla con sumo cuidado, como si esto fuera lo más importante y frágil en el mundo para el y como si su vida dependiera de eso

- estas tan hermosa como el día en que te perdí - su voz salió casi como un susurro, kurumi por su parte preciono con cuidado su mano en la del chico mientras las lágrimas caían por sus mejillas, ciertamente shido esperaba que cualquier cosa pasara, menos esto, y entonces lo sintió, sintió que algo volvía en sí, que se sentía completo, pero lo siguiente solo lo pudo describir con una palabra, el cielo, kurumi lo estaba besando, era un beso realmente cargado de amor, y como había sucedido antes, el cuerpo de la chica brillo para luego quedar completamente desnuda delante de él, lo primero que shido hizo fue cubrirla con una sabana, mientras le decía que no se moviera

- creo que esto te puede servir kurumi - shido saco de su armario una camisa blanca de su tamaño junto a unos short negros, se los paso a kurumi que por primera vez se veía avergonzada y tímida, con rapidez se cambió, y ahora con la ropa de shido, ambos se acostaron, pero shido la agarro por la cintura, para sorpresa de kurumi que lo miraba con una pequeña sonrisa

- creo que esto será un problema - dijo shido, a lo que kurumi se sorprendió y se alarmó por lo dicho por el peliazul

- por qué?? - pregunto temerosa por la respuesta, pero shido solo la acercó más a él, mientras una hermosa sonrisa cargada de amor se formaba en los labios del peliazul

- por qué jamás te dejaré ir nuevamente - con esto, kurumi se sonrojo, para luego apoyar su cabeza en el pecho del chico que amaba, y no tardó mucho tiempo para que ambos calleran dormidos, y por primera vez en bastante tiempo, shido durmió completo y feliz, una alegría y felicidad que nada en este mundo podría quitársela de la manos

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