Capítulo 2

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Al día siguiente no estaban muy seguros cómo mirarse las caras.

Rubius entra a la ducha y piensa en lo de anoche. ‘Hemos ido muy lejos. -Era inevitable, tenemos una conexión muy fuerte, no había manera de poder parar en ese momento. -Es mi mejor amigo, no mi novio. -Vivo con él, no puede volver a ocurrir, si no… seríamos como pareja. -No, la cagaríamos mucho. -No quiero perderlo. -Debe haber sido que somos unos calentones, y nos dejamos llevar.’

Unos ruidos provenientes del comedor le hicieron notar que su amigo estaría ya despierto, y que pronto debía enfrentarlo, aunque no estaba seguro cómo, ni como Mangel a él.

Al salir, trata de evadirlo, yendo a su habitación lo más rápido posible a vestirse. “Hola Rubiuh, te quedah a comer? Estoh haciendo arroz al curry, quiereh?” Le pregunta Mangel, tratando de sonar lo mas normal posible, aunque Rubius podía notarle una leve ruborización. Rubius estaba desnudo con sólo la toalla a la cintura tapándolo. “Ehh, si, si, suena delicioso” Aclarando su voz y compostura para sonar normal. ‘Bien, jugaremos a esto entonces, nada ha pasado.’ Piensa Rubius, relajándolo un poco la actitud de Mangel.

Los días pasaban y los amigos, siguieron siendo amigos como siempre, de a poco volviendo hacer las mismas “bromances”. Aunque estas bromas siempre sucedían cuando estaban con más amigos, por alguna razón, cuando estaban solos, no las hacían mucho.

Llegó el fin de semana de nuevo, y habían acordado en juntarse con los chicos en lo de Loulogio. A los chicos les pareció divertido ponerse a jugar un juego de terror, todos mirando a Rubius, quien los miraba con enojo fingido. “Pero si serán hijos de putas… lo hacen a propósito!” Rubius dice levantándose del sillón y señalándolos con el dedo a todos y se dirige a la cocina. “Eh Rubius que no es para que te vayas tío!” Le dice Cheeto. “Que voy a preparar unos tragos para entretenerme. Jueguen, jueguen!” Él ve que apagan las luces de la sala y maldice. Toma su tiempo en preparar los tragos, quedándose a salvo en el comedor con luz. “Si que te tardah tu” Rubius pega un grito de susto que hace que todos de la sala miren hacia la cocina, riendo de su amigo miedoso. “Hijodeputa! Hijodeputa, Mangel! Acaso me quieres matar?!” Mangel estando detrás, agarrado de las caderas de él, se ríe un poco y apoya su frente en su hombro “Perdón Rubiuh, eh que pensé que me habíah oído…” “Si, claro” Le dice el rubio con ironía. “Toma, ayúdame a llevar esto para la sala” “Vale”.

Quedaba un único sillón de una pieza libre. Mangel se sienta dando golpecitos en su pierna. “Ven aquí” le indica a Rubius para que se acomode arriba de él, y eso hizo sin dudarlo.

“Hostia Puta!” Rubius gritó, dando un pequeño salto sobre su amigo. El juego lo estaba acojonando bastante. Sin darse cuenta, estaba poniendo incómodo a Mangel, quien sentía cuando el rubio con cada susto movía sus caderas sobre su entrepierna. Lo toma de las caderas, tratando de apaciguar los movimientos, pero era peor, le urgían ganas de agarrarlo con firmeza para presionarlo a sí mismo, en vez de separarlo. Por suerte, Rubius cambia de posición, dándose media vuelta para estar como un niño en su regazo, agarrándose de sus hombros, escondiendo un poco su cara entre su cuello y el hombro. “Mangel! Abrásame gilipollas, que tengo miedo!” “Ya, ya” Le dice Mangel, rodeando sus brazos en él, acariciándole la espalda para relajarlo. Todos los chicos los miran. Y se escucha en voz baja “Rubelangel forevah” haciéndoles reír a todos, aunque Rubius y Mangel riendo un poco nerviosamente.

Entre trago y trago, los chicos hacen las gilipolleces de siempre. Lou se queja del desastre en la cocina. “Ehh al menos Rubius nos hizo los tragos que estamos tomando todos.” Dice Cheeto, a lo cual Rubius le sonríe y se acerca bastante a él en plan seductor, rodeándole los brazos en su cuello “Gracias Cheeto, tú sí que me defiendes. Mi héroe. Guapo.” Y con eso le de un corto beso en los labios. Los chicos se ríen de eso. Menos Mangel. Rubius cuando se voltea a verlo, ni quiera podía hacer una sonrisa falsa, lo miraba a los ojos con tristeza? enojo? Ignorando la situación, Mangel se agacha a poner otro juego en la consola.

Dejarse Llevar [Rubelangel Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora