𝐬𝐭𝐫𝐢𝐩𝐩𝐞𝐫 | kookjin

𝟐

De repente, la luces que alumbraban el escenario se apagaron, dejando casi todo el ambiente en completa oscuridad.

Se lograron escuchar un par de gritos de los hombres en el salón, indicando de que el primer espectáculo importante de la noche daba inicio.
Los amigos se acomodaron en cada uno de sus asientos individuales, bebiendo tranquilamente de su vaso de whisky, esperando ansiosos a que el grandioso show para despedir al soltero Min YoonGi, comenzará de una buena vez.

El salón estaba en casi completo silencio, a excepción de un par de murmullos, risas en el fondo que estropeaban el ambiente. Hasta el momento en que el sonido de unos sonoros tacones hicieron eco entre las paredes del lugar, callando al instante los pequeños ruidos y murmullos.

Las luces se encendieron al instante, dejando ver a una hermosa mujer de cuerpo delgado, trabajado y una piel blanca libre de algún tipo de "imperfección". Cabellera castaña, vestida con un hermoso y corto vestido dorado brillante, ligeramente transparente, tacones dorados, una pequeña tela que cubría perfectamente la mitad de su rostro, dificultando que alguno de los presentes pudiera admirar la belleza de su rostro. Sus ojos, grandes, se veían hermosos marcados con ese perfecto delineado egipcio, y con una corona dorada, adornada con distintos tipos de joyas, que posaba sobre su cabeza. Joyería que parecía muy real, y algo exagerada, adornando su cuello, brazos y piernas.

Todos los presentes abrieron su boca soltando un pequeño "wow" al ver a esa hermosa mujer.

La joven en el escenario sólo guiñó su ojo derecho hacia el público, para luego comenzar a caminar de una manera sensual y segura hacia el gran tubo en el centro del escenario, enredado una de sus piernas en él, dejando que todo el público masculino deleitará su vista con sus hermosas y blancas piernas.

──Bienvenidos a todos── Todos dirigieron su vista a cualquier punto del salón, buscando con la mirada al dueño de la voz, sin éxito alguno. ──En ésta gran noche, la cual es especial, van a presentarse dos de nuestras mejores bailarinas, como actos previos antes del gran regalo que tenemos preparados para nuestro soltero; Suga── El grupo de amigos elevaron sus voces emocionados porque nombraran el apodo de su amigo en la presentación del inicio. ──Pasando con nuestros espectáculos especiales, voy a presentarles a la belleza de esta noche, a nuestra hermosa Cleopatra del siglo veintiuno, "la nueva belleza egipcia", nuestra inigualable ¡Solar!──

Dicho esto, la joven comenzó a bailar sobre el escenario, al rededor del tubo de metal. Moviendo cada parte de su bello cuerpo, sus delgados brazos, su preciosas piernas, y ese ligeramente abultado trasero que llamaba bastante la atención, además de su muy pequeña cintura. Era una belleza inigualable tal como dijo el presentador.

Los hombres no podían quitar su vista del hermoso cuerpo femenino moviéndose con tanta sensualidad en ese gran escenario.

De repente todos se sorprendieron al ver como la peli castaña tomaba cada extremo del vestido comenzando a quitárselo de una manera lenta, tortuosa a la vista, pero muy tentadora.
Muchos tuvieron que adoptar una nueva postura en sus asientos, sin alejar ni un sólo segundos su vista de la muchacha, quien ahora mismo se encontraba con un pequeño traje de dos piezas, un sostén en la misma tela del vestido, dorado y brillante, al igual que una muy diminuta minifalda.

Por un momento, JungKook detuvo su respiración, y no es que nunca había visto a una mujer desnuda, o semi desnuda, en los años que llevaba, ya se había acostado con las suficientes mujeres como para sorprenderse por un cuerpo diferente. Pero a pesar de eso, sentía que esa mujer era única, convirtiendo cualquier tipo de movimiento que hiciera, en algo completamente sensual, hasta un simple roce a sus piernas o su delgada cintura y caderas. Veía como movía cada parte de su cuerpo al compás de la suave música egipcia, mordiendo su labio inferior por la ligera excitación que le estaba causando el verla moverse de esa manera en el escenario.