Planes y Deseos

10 1 0
                                    

Edward POV:

— Esto está tardando demasiado, Bella —dije un poco molesto por el gran retraso que estaba teniendo.

— Ya tranquilízate un poco Edward, llegaremos a tiempo  —Bella no estaba muy segura al decir esto, lo noté.

— No puedo tranquilizarme, quiero llegar ya a Nueva York, es mucha la ansiedad.

— Lo sé, pero calma, no puedes hacer que todo salga siempre como quieres.

— Está bien, seguiremos esperando —soné mucho más molesto esta vez y me senté en una de las sillas a esperar por lo menos un aviso de que el aviso llegaría pronto para poder abordar. Además de que nuestros demás acompañantes estaban atrasados. Me agarré la cabeza entre mis manos y, como dijo Bella, traté de calmarme.

— ¿Es tan malo como dices? —preguntó sentándose a mi lado.

— Temo que sea peor.

— Pero, si es cómo tu, ella sabe llevarlo, ¿verdad?

— Bella, Alice es una mujer fuerte, pero sé que no lo puede manejar, aunque lo niegue.

— Bien, yo creo que ella sería sincera contigo, eres su único hermano.

— Sí, pero hace tanto tiempo que no hablamos del tema.

— No te lo ocultaría.

— No estoy tan seguro de ello y ese es el problema.

 — Tendrás tiempo para preguntarle, pero luego de la fiesta, ¿está bien?

— Chicos! Perdón por llegar tarde, el maldito taxi no avanzaba con tanto tráfico —no pude responderle a Bella porque nos interrumpió Emmett, típico de él.

— Hola Emm, ¿y Jasper? —dijo Bella.

— Aquí estoy, digamos que, Emmett se te olvidó una maleta —habló Jasper llegando a donde estábamos, trayendo consigo dos maletas enormes, razón por la cual Emmett no traía ninguna.

— Lo siento —se disculpó Emmett, agarrando su equipaje.

Todos se sentaron en las sillas que había en esa sala. Bella y Emmett hablaban sobre algo que no mi interesó escuchar, Jasper se puso a leer un libro, estoy seguro que más que leer ese libro estaba pensando y usaba el libro para disimularlo, muy típico de él; y yo, me dediqué a mirar el cartel de los avisos de vuelos cada medio minuto. Pensaba en Alice, mi única y más pequeña hermana, hacía tiempo que no la veía, como tres años atrás la había visitado y la llamaba al menos una vez por semana. Pero esta vez debía viajar a verla por varios motivos: primero, quería presentarle a Bella; segundo, sé que algo está ocultándome; tercero, por negocios. Pero lo más importante es que la extrañaba, además de que en una semana sería su cumpleaños número 26, y sólo nos teníamos a nosotros mismos, es decir, si bien ella tiene a ese infeliz de James y yo a Bella, al no tener nuestros padres y haber tenido que cuidarnos y mantenernos mucho tiempo por nosotros mismos, nos considerábamos muy unidos. Me pregunto que pensarían nuestros padres si hubieran llegado a verla casada, quizá se hubieran alegrado pero al enterarse el con quién, lo hubieran desaprobado. Lamentablemente yo no pude hacer nada para impedir que se casara, se la notaba muy enamorada y ahora...ahora no estaba bien, algo iba mal y sé que me mintió cuando la llamé.

James, ese maldito estafador que se quedó con la empresa de mi padre y del padre de Jasper, ¿casualidad que los dos murieran en el mismo accidente con sus respectivas esposas? No lo creo. Tanto Jasper como yo siempre supimos que el padre de James y él mismo eran los que habían provocado ese "accidente" , sin embargo no le mencionamos esto a nadie, en realidad, lo descubrimos un tiempo después ya que ni yo ni Jasper nos conocíamos hasta que entablamos una amistad en un congreso de nuevos empresarios algunos años después. Poco tiempo después descubrimos que mi padre había sido el socio del suyo y que a la muerte de ambos, el padre de James se había quedado con toda la empresa. Por lo que planeamos que, uniendo nuestras nuevas pequeñas empresas podríamos hacerle frente a la suya y recuperar lo que nos pertenecía por derecho. Desgraciadamente, y si bien logramos pronto que nuestra empresa fuera un éxito, James nos ganó de mano casándose con mi hermana. Pero de todos modos no le permitimos entrar a nuestra sociedad, no éramos ni somos tan ingenuos como para hacerlo. De esto hacía ya al menos unos siete años, cuando sólo éramos jóvenes de 20 y 21 años con deseos de grandeza e incluso venganza. Y ahora tendríamos nuestra oportunidad, al hacernos socios de Emmett y fusionar ambas empresas comenzamos a pertenecer al círculo de empresarios mas destacado de toda Nueva York.

— Edward —dijeron a mi lado, miré hacia dónde provenía la voz y claro, era Jasper.

— ¿Qué?

— ¿Estás seguro de que él estará presente?

— Lo estoy.

— No veo la hora de ver su expresión.

— Lo mismo digo.

— Chicos! —exclamó Emmett eufórico.

— ¿Qué? —dijimos  al unísono.

— Ya está listo el avión para abordar.

Miramos al cartel y nos dimos con que tenía razón.

Cada vez faltaba menos tiempo para ver a Alice y aún menos para enfrentar a James. Pero todo a su debido tiempo.

Irresistible LibertadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora