- Podrías no ir y quedarte aquí conmigo...
-Lo siento Blair, pero sabes perfectamente que los jefes no lo dejarán pasar esta vez, además, podremos hablar todos los días por Skype.
La vi derramar varias lágrimas mientras yo me contenía para no derramar las mías. No se que haré sin ella este año, es decir, es mi mejor amiga, no quiero separarme de ella. Lo peor es que, además, no me iré a otra ciudad y asistiré a un instituto corriente. Iré a un jodido internado alejado del mundo real en el pleno bosque de Canadá. Lo que viene siendo la fantasía de cualquier persona de 17 años ¿no?
- Por tu bien, eso espero, Lexa. Si no me llamas todos y cada uno de los días que estés allí encerrada, iré yo misma y te arrastraré de una forma no muy agradable hasta aquí.
Me lo dijo con una seguridad implacable y sabía que no mentía.
- Lo haré, no te preocupes.
Miré mi reloj y supe que ya era hora de que separarnos, ya era tarde y mañana tendría que madrugar para coger el maldito avión y separarme de mi familia, mis amigos, las fiestas, el boxeo, y en definitiva, toda mi vida. Todo por noquear a un policía que me sacó de mis casillas.
- ¿Ya es la hora verdad? - Me preguntó Blair con tristeza.
-Lo es.
Ambas nos levantamos de mi cama y nos dirigimos hasta la puerta de mi casa.
- Prométeme que no me olvidarás....
Me mira enfadada y me pega en el hombro.
- ¿Eres tonta? No entiendo cómo puedes decir eso. ¡Claro que no lo haré! No os olvidare, ni a ti, ni a tu largo pelo morado...
Nos miramos y me tiro a sus brazos. Seguimos abrazadas, ambas llorando, durante un tiempo muy corto para mi gusto. Entonces ella rompe el abrazo mirándome curiosa.
- ¿Por qué me miras así?
- ¿Has hecho ya las maletas?
- ¡Mierda!
Se ríe de mí a carcajadas mientras que la miro de forma amenazante.
- Nunca cambiarás Lexa Miller...
- Y ten claro que jamás lo haré y da igual a donde me manden mis padres.
Me sonríe y se va.
Para cuando cierro la puerta me fijo en que todavía hay una lagrima sobre mi mejilla. La seco rápidamente y subo corriendo a mi habitación intentando no hacer ruido, entre otras cosas, porque es la 1 de la madrugada y está todo el mundo dormido.
Me queda una noche bastante larga...
...
A las 6 y media suena el despertador asustándome e interrumpiendo un sueño precioso en el que salía casándome con mi querido Harry Styles.
- Supongo que otra vez será.
Me pongo unos vaqueros negros una camiseta básica y una sudadera oversize y mis vans. Seguro que mi madre diría que voy poco femenina pero me da igual. Me miro al espejo mientras peino mi melena morada.
Cuando ya estoy lista, cojo mis maletas y voy bajando hasta el hall.
Dejo todo junto a la puerta y me dirijo a la cocina. Allí me encuentro a todos junto a la mesa, mientras que Martha, la cocinera, prepara el desayuno.
- Te estábamos esperando para desayunar. - me dice mi madre con una sonrisa aunque le cambia la cara al ver cómo voy vestida.
- Si tú lo dices Clare...
- En primer lugar, te he dicho millones de veces que me llames mamá y no Clare y en segundo lugar, podrías haberte arreglado un poco.
Me siento junto a James, frente a mi padre en la mesa.
- ¿Estás ilusionada hermanita?
- Por supuesto... - Le pegué tal patada por debajo de la mesa que seguro que cojea por varios días.
Soltó una especie de suspiro disimulando el dolor mientras los jefes nos miraban con cara de confusión.
Sonreí a James y seguimos desayunando mientras me hablaban del internado y lo bien que me lo iba a pasar allí. Ojalá fuese así...
Terminamos de desayunar y nos levantamos para ir al coche.
Metí mis maletas en el maletero y me senté con James en el asiento de atrás porque, sí, se habían decidido a acompañarme todos al aeropuerto.
Tras media hora de viaje llegamos al aeropuerto. Salimos del coche y me ayudan con las maletas hasta que llegamos a la puerta de embarque. Hora de despedirse.
Me giro hacia mi hermano. Se acerca a mi para abrazarme. Sorprendida le respondo al abrazo.
- Te echaré de menos.
- Y yo a ti James.
Me separo de él y le sonrío por última vez.
Me acerco a mi padre lentamente.
- Espero que te portes bien en Deerfield. - Me dice con una sonrisa cómplice ya que sabe que no lo haré.
Me abraza y acabamos separándonos.
Me giro hacia mi madre que me mira seria.
- Más te vale portarte bien. - Me mira de forma seria.
De repente toda esa seriedad se desvanece y se lanza a abrazarme. Todavía en shock levanto los brazos para responderle al abrazo. Hacía mucho que no me abrazaba así lo que hace que caiga una lágrima sobre mi mejilla.
La seco rápidamente y rompo el abrazo, es hora de irse.
Cojo mis maletas y me dirijo hacia la puerta de embarque.
Subo al avión y busco mi asiento. Insistí a mis padres en que me cogieran un asiento en clase turista y no en primera clase como pretendían hacer.
Cuando lo encuentro me alegro ya que me ha tocado junto a la ventana.
Me pongo los cascos ya que son 5 horas de vuelo y finalmente me quedo dormida en ese asiento del avión camino a Canadá.
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Let me tell you something
Teen FictionTras un "pequeño" incidente policial, Lexa se ve obligada a asistir al internado Deerfield, situado en medio del bosque en Canadá, sí CANADÁ. De día horriblemente normal y aburrido, y de noche se podría decir que es todo lo contrario. ¿Ganará la dis...