Catorce

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—Goldschmidt vino por mí, ¿Te veo más tarde, papá? —Definitivamente fue mala idea darle permiso a Volker de ver a Ruhig, suspiro a través del teléfono.

"Esta bien, dile que no te traiga tarde a casa, recuerda que tienes exámenes pronto." —Después de despedirse, Ruhig fue con Volker, la llevaría a un restaurante.

—Gracias por aceptar la invitación.

—No hay problema, realmente jamás había salido sin ellos, es emocionante. —Para ser una mujer muy linda, realmente los únicos chicos que le interesaban eran Byakuya y Senku, no había tiempo para los demás, quizá para Elon Musk o Keanu Reeves, pero nadie más.

—Pronto serás una adulta, así que no tendrás tiempo para salir, debes aprovechar el máximo tu edad; eres muy linda, quizá haya más de un chico interesado en ti... O chica. No soy quién para juzgar. —Caminaban por las extensas calles de Tokio, llenas de turistas, trabajadores, estudiantes, de gente de todo tipo, lo que hacía difícil encontrar un buen restaurante. —Ah... Que pésima suerte, no hay ni uno libre.

—No importa, la verdad es que no tengo tanta hambre. —Rasco su cabeza.

—Lo siento, pequeña... Debí apartar un lugar.

—No, no, de verdad no te molestes, podemos ir a un puesto de Ramen cerca del departamento. Solo tomemos el tren de regreso. —Primera salida con su padre Biológico... Sale mal.

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—Mañana es el día. —Olfateo el aire y guío su vista al horizonte, había nubes negras y sin contar que el viento aumentaba de poco.

—¡Que increíble! ¡Tú hermana puede predecir el clima! —Exclamó Chrome, todos estaban dentro de la cabaña, viendo los últimos rayos del sol antes de la cena.

—Siempre tienes un margen de error del 35% ¿Qué tan confiable...? —La mayor interrumpió.

—Estoy segura a los diez mil millones por ciento. —Una sonrisa engreída tomo la cara de ambos Ishigami. —Reúne a los peleadores, les explicare el plan, Chrome. —El castaño se levantó enseguida para salir de la choza dejándolos solos.

—Nee-chan, ¿Qué tan probable es que Tsukasa este enamorado de ti? —Ruhig suspiró, se levantó en busca del saco con el que había llegado en un inicio, le lanzó a la cara la marioneta del chico. —Tu júzgalo.

—¿Y no te gusta? —Reviso la marioneta, curioso.

—¿Otra vez con tu complejo de Edipo?

—¿Quién sabe? —No lo demostraba, pero era un sobre protector de primera con ella.

—No hay tiempo estar jugando a Adán y Eva. Debemos restaurar la humanidad.

—Me alegra escucharlo. —Ya descartaba muchas cosas yakuzas.

—Después de todo si estas celoso. —Se burló, las mejillas del menor se pusieron rojas. —¿Pero qué cosas piensas, hermanito? Si el único hombre en mi vida eres tú, y quizá Elon Musk. —Le pegó en la espalda riendo, por un momento paró. —Escúchame Senku. Si por alguna tonta razón llego a morir...

—¿Morir? ¿Estás loca? Te salvaré una y otra vez. No importa qué.

—Si llegó a morir en este mundo piedra. —Ignoro el comentario. —Y no estas cerca para salvarme. —Le corrigió, ambos ya estaban de pie en la choza, lo abrazó por la espalda con fuerza. —Quiero que pises por ambos en la Luna.

—No pisaré por ambos, porque tú misma vas a estar ahí para pisar. Te lo prometo. Así que, sigue coqueteando con todos y tendremos un montón de gente para ayudar al reino científico.

9.81  [Dr. Stone]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora