Chico Raro [AkuAtsu]

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No debía ser tan difícil, ¿verdad? Sólo era un pequeño beso, tal cual dijo Chuuya-senpai; Además, ya le había dado uno cuando le dijo al hombre tigre que gustaba de él, por lo cual, darle otro no sería nada raro, ¿cierto?

—Nakajima, ¿quieres ir por un helado?

— ¡Sí! Sí me gustaría un helado, vamos

Continuaron su caminata por el centro comercial, tomados de la mano y Atsushi tan alegre como siempre; Akutagawa ya tenía el plan perfecto para conseguir un beso del contrario, así que, una vez sentados en la mesa más apartada y con la vista hacía la hermosa fuente que tenía maravillado al peli blanco, Akutagawa se dispuso a realizar su primer movimiento.

— ¡Hey, Akutagawa! ¿Por qué hiciste eso?

Sí, tal cual como en las series románticas televisivas, Atsushi ahora tenía helado de menta cubriendo toda su boca; Y antes de que el peli blanco se limpiara con una servilleta...

—Yo lo hago, disculpa

Solo debía empezar a lamer un poco su mejilla, y después besaría su boca, tan apasionadamente que dejaría sin aliento al otro chico, claro que sí...

— ¡Atsushi-kun, Akutagawa-kun, que sorpresa encontrarles aquí!

—Dazai-senpai, Chuuya-senpai, Hola

—Por dios Nakajima, ¿aún aprendes a comer?

Y el de cabellera blanca tan solo se sonrojo con vergüenza, tomando todas las servilletas posibles, restregándoselas en la cara.

—No seas tan duro con el Chuuya, quizá así le agrada comer el helado

— ¿Por qué mejor no se largan a tontear por ahí? Gracias por arruinar nuestro momento. Vámonos Nakajima

— ¿¡Eh!? P-pero aun no termino mi helado

—Luego te compro otro, andando

Y así, ambos se fueron, dejando a una pareja confundida y un par de helados derritiéndose en la mesa.