INFANT LOVE « HAWKS x LECTORA » [ Finalizada]

ⁿ⁰⁰ [ Epílogo(?) ]

Se escribirá " (N) " para el nombre del hijo.
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- ¡ Mamá!- Exclamó una pequeña niña de edad aproximada a los cuatro años; cabellos rojizos y rubios cenizas en las puntas de estos. Extendió sus brazos y corrió en dirección a aquella pelirroja adulta; quién hacía lo mismo.

La pequeña (N) soltó risas al ser tomada y alzada levemente, contagiando a su abuela, misma la cuál era apodada como madre, después de todo. Ella había estado sus pocos años de vida que tenía.

- ¿Cómo estás Keigo?.- Cuestionó la adulta; cargando aún a su nieta.

El ceniza, quién admiraba tanto abuela como hija,no pudo evitar imaginarse ver a aquella pelirroja que tanto amaba cargando a su hija. Saliendo de su trance; sonrió levemente.

- Bien. (N) insistía en venir. - Agregó, observando como su hija se soltaba del agarre de la adulta y corría en el interior de la estructura.

Ambos, Keigo y N/M parecieron hablar un poco más, cuidando sus palabras y evitando recordar aquel amargo momento vívido anteriormente.

Por otro lado, la pequeña (N) caminaba por los pasillos de la segunda planta; observando con detenimiento alguno que otro retrato familiar de su madre, algunas individuales mostrando a los tres miembros de la familia.
La pequeña (N) sonreía en un retrato individual, donde estaba T/N, con una pose firme sentada en una silla y una sonrisa; una T/N adulta.
Buscó por su alrededores y encontró aquella silla a sus espaldas; al frente del susodicho retrato.

Cómo cualquier niño pequeño, tomó asiento e imitó aquella pose y sonrisa. Misma que fue remplazada por pequeñas risas.
Comenzó a caminar en dirección a la oficina de su abuelo, el cuál se encontraba firmando y leyendo alguno que otro documento.

- ¡Abuelo!- Exclamó aquella niña; con una sonrisa amplia.

La pequeña posicionó sus dedos sobre el frente del escritorio y encima de ellos; recargar su mentón. Haciendo que sus mejillas levemente redondas fueran levemente aplastadas.
El color de sus orbes resaltaban al igual que sus cabellos; pero estos eran hermosos. Una combinación de verde y dorado.
El mayor simplemente sonrió, aquella mirada le recordaba a su hija,que desde pequeña o incluso de adolescente hacía lo mismo que su ahora nieta.

N/P mostraba su lado dulce solamente a su nieta; un secreto el cuál eran mantenido por ella. Un dulce apareció entre la mano del adulto; cosa que la menor sonriera ampliamente.

- ¿Cómo estás pequeña T/N- ....(N)?.- Corrigió el adulto; sintiendo un nudo en su garganta y con esfuerzo sonreír.

- Muy bien.- Respondió acercándose al adulto y abrazarle.

- ¿Has venido sola?.- Cuestionó con una sonrisa poco vista por los demás.

La menor negó.- Jamás vendría sin la compañía de papá. - Respondió.

El adulto mantuvo una expresión de mal gusto; cosa que le causaba gracia a la menor. Claro, N/P lo hacía intencionalmente.

La conversación fue corta pero suficiente como para iluminar aquella habitación la cuál antes se encontraba en tensión.
(N) continúo explorando los pasillos como solía hacerlo cada fin de mes que solían visitar el hogar de los T/a.
Sus pequeñas alas de un color naranjo rojizo apenas y se hacían notar; moviéndose ligeramente ante las expresiones de emoción o de miedo conforme (N) avanzaba.

Para Keigo fue difícil, asimilar la muerte de su esposa y superarla. Agradecía el hecho de tener el apoyo de los T/a, ayudándole en la crianza de la pequeña Takami (N), donde permanecieron unos meses en el país natal de cierta pelirroja hasta cierto punto donde Keigo se sentía preparado para cuidar de su hija independientemente; cosa que fue un éxito.