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Lalisa Manoban.

— No es que me haya equivocado, es que ustedes cambiaron la coreografia y no me dijeron nada — Jennie unnie hace un puchero en que se excusa por haber cometido un pequeño error en medio de la coreografía de Kill this love.

Todas reímos en que nuestro manager nos avisa que ya podemos abandonar el edificio. Hoy hemos tenido una de las ultimas presentaciones de promoción en Corea con Kill this love, antes de comenzar la gira y las presentaciones por Coachella.

— ¿Que comeremos hoy? — Pregunta manager oppa y nos miramos entre nosotras. Rose se encoje de honbros y yo bajo la mirada a mi telefono.

Ultimamente son Jennie y Jisoo unnie las que escogen el lugar de comida, y Rosie y yo nos adaptamos a sus decisiones, después de todo, no tenemos problemas en comer lo que sea. Al final, deciden que iremos al mismo restaurante de siempre, pues después de todo, ahí venden cualquier tipo de comida y son especialmente discretos con quien asisten a su restaurante, por lo que muchos idols vienen con frecuencia.

Subimos a la van entre risas, mientras que nuestros guardaespaldas y el equipo de producción se despiden. Nos entregan una barra energética mientras llegamos al restaurante, pues no hemos comido demasiado bien por estos días, cosa bastante común durante las promociones. durante el camino, bromeo con Jisoo y Rose unnie mientras Jennie mira su Instagram. Nos comenta lo bien recibido que esta siendo el comeback, prácticamente todos hablan sobre ello y nos alegra poder sentir aquella sensación de apoyo y cariño, aunque solo sea una vez al año.

Cuando al fin llegamos a nuestro destino, decimos nuestro nombres y bajamos directamente al parqueadero privado. Nuestro grupo es algo ruidoso y grande, por lo que no pasamos por completo despercibidos, pero las personas que vienen aqui parecen demasiado ocupadas en sus vidas como para fotografiar a un grupo de "fiebres adolescentes", como nos suelen llamar los mayores.

Tomamos asientos mirando a nuestro al rededor. La única mesa lo suficientemente grande que tienen es, en realidad, demasiado grande para nosotros, y sobran al menos cuatro asientos. Justo en ese momento mi teléfono comienza a sonar y una idea que suena bien en mi mente se me ocurre.

"Noona, ¿como va todo? La presentación de hoy en el programa estuvo increíble"

Estuvo todo bien. Ahora esperamos la cena, 97 street. — Digo el nombre del restaurante que por supuesto reconoce.

"Estoy cerca. ¿Crees que pueda ir?".

— Seguro. Sobran asientos. — Sonrió y en la mesa me miran de manera... Extraña. Seguro ya notaron que planeo algo.

"Voy con un amigo. Espero su ni te moleste"

Le resto importancia a aquel detalle estando segura de que se trata de Mark o Jackson, y entonces les explicó todo al equipo (ambos mánagers y dos guardaespaldas). Ellos lo aceptan solo porque están de humor gracias al comeback y porque no es la primera vez que salgo con Kump, pero advierten que solo debe ser una salida de amigos.

Ellos prefieren no quedarse a comer, se ven cansados y los dejamos ir con la promesa de que volveremos rápido al dormitorio, y abandonan la mesa con una larga advertencia acerca de nuestras responsabilidades, y le avisan al chofer de la van que nos debe esperar al salir. Nos miramos complices al ver que ahora nos dan un poco más de libertad que en el debut, pero tratamos de no ilusionarnos pues el jefe es un poco indeciso en cuanto a su trato hacia nosotras.

— Es la primera vez en meses que estamos sin mánager oppa o sin los guardaespaldas. — Jennie unnie bebe de la malteada de coco que ordeno y todas asentimos.

Algunos ruidos nos hacen girar la mirada. La escandalosa risa de Kump y Mark que se puede escuchar a un kilometro de distancia, y la sombra de un chico completamente vestido de negro al que no reconozco a la primera.

Mi amigo se acerca a la mesa con los demás y los saludamos como de costumbre. Al fin puedo ver bien al chico de negro quien lleva un tapabocas y un bucket hat. Eso y unas botas Timberlake que encantaban, y quise felicitarlo por su buen gusto en zapatos, pero usualmente los Coreanos se ofenden si tratas "con confianza" a algún mayor.

— ¿Reconoces a el enmascarado? — Pregunta Kum señalando a su amigo que se ve un poco incomodo con el ambiente.

Niego lentamente con la cabeza viendo como el hace una pequeña venia antes de sentarse entre Kump y Mark. Puedo decir que aquellos ojos lucen familiares para mi pero mi cerebro aún no es capaz de descifrar quien es el extraño sujeto. Comenzamos a charlar entre todos riéndonos de los malos chistes que compartían en la mesa, pero de alguna forma, mi vista no se podía despegar de aquel chico de negro.

Poco a poco, se nos unen más amigos de Bambam, Mingyu, Jaehyun y Yujieom. La 'cena tranquila', se convierte en una reunión más bien, todos comemos mientras charlamos y reímos, y ante la llegada de sus amigos, el chico de negro parece más cómodo que antes, aunque no interactúa conmigo o con las chicas. Por algún motivo, no dejó de mirarlo, y las chicas comienzan a notarlo. Lo sé por las miradas que me dan, pero la curiosidad aveces es un poco más grande que mi autocontrol.

Dejó el tema de lado y trató de disfrutar lo que queda de la cena. El restaurante está casi vacío cuando decidimos pedir la cuenta y entre Jennie y Bambam pagan todo.

— La próxima vez pago yo. — Guardó mi tarjeta en la cartera algo resignada porque no me han dejado ayudar con la paga de la cena.

Nos comenzamos a levantar y los primeros en despedirse son los tres últimos chicos que se nos unieron. Es momento de despedirnos de Mark y de Bam cuando una van llega por ellos, son un poco más de las doce así que ya se deben apurar. El momento más incómodo llega cuando bajamos al parqueadero y el único chico que queda es el de negro, que aunque había pasado casi tres horas conmigo, aún no sabía quién era.

¿Es un idol? Quizá es de Seventeen o...

Comienzo a repasar mentalmente los integrantes de los grupos. Rosie y las chicas vuelven a subir al restaurante luego de enterarse que la identificación de mi amiga pelirrubia no está en su mochila, y como no alcanzo a reaccionar a tiempo, me quedo junto con el esperando su transporte. Es un silencio incómodo y siento miedo de respirar siquiera.

— Y entonces... Felicidades por tu comeback. — Sorprendentemente, habla. Lo miró algo sorprendido y luego formuló una sonrisa.

— Yo... am... gracias. — Me siento estupida por el tartamudeo. Ríe un poco y quita la mascarilla de su rostro. — Soy Jeon Jungkook de BTS.

Al reconocerlo, hago una rápida venia. — Lo lamentó, sunbae-nim.

— Oh no, no te disculpes, no es necesario. — Hace un gesto extraño con sus manos y sonrió — Lamento mi silencio, no sabía como hablarte.

— Está bien, sunbae.

— Dime Jungkook — Corrige y justo en ese momento llega su van. — Hasta luego, pasa una bonita noche. — Ambos nos despedimos con una venia un no puedo evitar sonreír.

Las chicas llegan segundos después y subimos a la van.

— ¿Todo bien? Estas roja. — Jisoo señala mis mejillas y bromea con ellas.

— Es el frío — Miento y al parecer no soy buena mintiendo.

— Ajá, no sabía que de repente el frío se había hecho idol y luego integrante de BTS. — Dice con sarcasmo Rosie y la miró indignada.

— ¿Sabían que era de BTS? ¿Y porque nadie me lo dijo? — Las miró con un puchero y las tres ríen.

— No pensarás salir con el. — Jennie me mira con rostro de reproche. — No necesitamos un problema de esa magnitud ahora.

— Es solo un conocido, unnie. — Aseguró en que me acuesto en el hombro de Rosie, mirando por la ventana.

¿Y porque sería un problema?

(...)

𝘗𝘦𝘳𝘧𝘦𝘤𝘵 𝘴𝘦𝘤𝘳𝘦𝘵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora