PROLOGO

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5 años atrás

New york :

Las mañanas son hermosas, al igual que los días de primavera, pero mis días van en la escala de los grises. Suelto un suspiro mientras camino por aquel lugar que hace mucho deje de conocer, observo a las mismas a persona ir y venir.

Personas vestidas con el mismo uniforme van de aquí para allá.

Camino con pasos cortos esperando no llegar a mi destino, mis nervios están a flor de piel cuando me acerco a aquella puerta y veo ese número en la puerta.

504

Un simple número, con mucho dentro.

Suelto un suspiro antes de abrir la puerta , se que ella esta allí esperándome , lo se , Paul me lo dijo.

Lo primero que veo al entrar son esos ojos verdes tan iguales a los mío ,pero a la vez tan distinto , apenas me ve me sonríe y su sonrisa por alguna razón se lleva mis miedos y pesadillas, a pesar de que ella abarque una partes de mis miedos y inseguridades.

Al final de todo es mi madre.

—Audrey pensé que jamás vendrías— luce feliz verme y no es de no esperarse que no luzca así , no pensaba venir , jamás pensé en volver aquí, no porque no quería verla, la razón son el dolor y la tristeza que sus ojos abarcan.

En los ojos de la mujer que me dio la vida y aunque hizo que tirara mis sueños pro la borda , aun la quería.

 —¿Cómo crees eso? eh estado ocupada con la universidad pero aquí estoy—me acerco a aquella cama donde esta postrada y me siento a su lado acariciando sus manos.

Frías.

Así las siento.

No hay ese calor tan característicos de aquella mujer que solía cogerme de la manos para que no cayera cuando era niña.

oh mama ojala pudiera sostenerme esta vez mas.

 Lamento para mis adentros

 —oh Audrey ¿Qué te puede mantener tan ocupada? para no visitar a tú madre—cuestiona pero sus palabras causan un dolor dentro de mí.

No respondo y tampoco creo que pueda hacerlo con la verdad.

—nada importante mamá  —miento sin temblar, sin nervios porque esos meses me convertí en una mentirosa.

Una buena mentirosa.

 —no creo que no sea tan importante mi niña —acaricia una mejilla, su piel esta pálida y sus manos frías pero aun así su tacto me es muy familiar , como aquellos días en los que eran buenos y ella me llevaba a la escuela o me leía cuentos paras dormir, pero eso fue hace mucho , mucho tiempo ,antes de que ella se internara y el hogar tan dulce que había se desmoronara.

—estarás bien mamá  —digo al ver sus ojos llenos de miedo y apuesto a que ese miedo también es mío porque gran parte de su sufrimiento yo también lo siento.

Pero no miedo a ella, es miedo a dejarnos.

—lo se Audrey, lo sé, pero eso no quiere decir que no me preocupe por ustedes

—estamos bien —vuelvo a mentir ella me sonríe agotado  por la enfermedad y la medicina que le suministran.

No hablamos mucho , me digo , pero esta bien así , es mejor que ella no cuestione todo lo que esta pasando, ella debe estar tranquila y no preocuparse por lo demás.

 —descansa mamá yo estaré aquí contigo cuando despiertes, te quiero—Deposito un beso en su frente mientras ella cierra su ojos poco a poco cayendo en su sueño

Todo Y NadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora