Inosuke caminaba hacia la Finca Mariposa de mala gana. Su cuervo que una vez al día aparecía le había dado la orden de ir hacia la Finca Mariposa porque estaba herido.
Aunque le tiró algunas piedras e intentó cazarlo, este voló lejos y no lo volvió a ver en todo el día, realmente odiaba que le diera órdenes.
Había tenido una misión separando de su equipo de siempre, y le era bastante aburrido, realmente extrañaba golpear a Zenitsu e incitar a Tanjiro a pelear; aunque este nunca aceptaba.
De un salto empezó a caminar sobre la pared que separaba el recinto de la Finca Mariposa y el camino.
Pudo ver como una de las trillizas cargaba una cesta con ropa, otra extendía la ropa en las cuerdas y la última al parecer no estaba.
Al verlo lo empezaron a saludar con la mano, él solo devolvió el gesto y siguió caminando sobre la pared.
Al llegar al portón de la Finca, de un salto cayó al suelo, siguió caminando hasta entrar a la casa.
— Hey jabalí, nos volvemos a ver — se dio la vuelta y se encontró con el cazador de la montaña donde casi se muere — Soy Murata ¿Te acuerdas? — le decía su nombre con una sonrisa.
— El debilucho que se meo en los pantalones antes de que siquiera atacara el demonio, como no — se quedó viéndolo de pies a cabeza — Inosuke Hashibira, el jefe —.
Murata sonrió — Yo ya me voy, espero que nos volvamos a ver en otro momento — se despidió con la mano y se fue de la Finca.
Inosuke empezó a caminar buscando a alguien que lo atendiera, le resultaba aburrido ir a esos lugares donde lo obligaban a estar quieto mientras "se curaba".
Caminó hasta encontrarse con la aprendiz de la mujer pulga ¿Ninobu? Como sea que se llamara.
Se quedó viéndola, ella no dijo nada y él tampoco. Fue entonces cuando unos pasos detrás de él lo hicieron girarse.
— ¿Inosuke? — Aoi lo miraba raro — Vaya, esto sí es una primicia — Miró el cuerpo de el chico, estaba literalmente vuelto mierda — ¿Como puedes andar así? ¡Ven! —.
Inosuke había estado no en una, ni dos, ni quiera tres misiones, en un día se había marcado siete misiones. El patrón reconocía que Inosuke tenía talento y que tenía la eficiencia de un Pilar, pero le asustaba pensar en el estado en él terminaba.
Por que si, Inosuke no era alguien bueno cuidándose.
Aoi le hizo un examen por encima y le encontró: Dos costillas rotas, un dedo tronchado, un pie magullado y su brazo derecho ligeramente dislocado.
— ¿Cómo puedes caminar así? — Empezó a ponerle algunos vendajes sobre las heridas superficiales que tenía — Se que es bueno matar demonios, que ayudas a los demás y todo, pero por favor no te arriesgues tanto — Inosuke no se quitaba la máscara de jabalí — Con permiso —
Luego de decirlo le quitó la máscara a este, la puso en una mesa que estaba al lado de la camilla y dirigió su atención a la cara del chico.
— Tienes una cara muy linda, pero ese montón de morados la transforman un poco — Empezó a tocar los morados, causando que Inosuke se mordiera la lengua — Si te duele dilo —
Luego de un tiempo, le dio la medicina y salió de la habitación, Inosuke se quería levantar pero el cansancio no lo dejo. Bastaron minutos para que cayera en un profundo sueño.
Había llegado junto al amanecer y se había despertado justo cuando el sol se iba ocultando.
Se levantó de la cama, pero un fuerte dolor en sus costillas lo hizo sentarse — Vamos... — Luego de darse ánimo a si mismo se levantó.
La puerta se abrió y pudo ver a la de coletas y ojos azules entrar — ¡Inosuke! ¡Acuéstate! —
Lo empezó a empujar para que se sentara, pero el hacia resistencia — ¡Quiero ir a matar demonios! ¡Ya es de noche! ¡Suéltame maldita bruja! —
— ¡De seguro tú cuervo no te ha dado ninguna misión! ¡Ya cálmate y acuéstate! — Ejerció aún más fuerza para intentar acostarlo.
— ¡Mi cuervo una vez al día aparece! ¡Las misiones las consigo por mi mismo! — Le fue a dar un empujón a la chica, pero las palabras del pelirrojo llegaron a su mente.
— Los hombres tenemos que ser cuidadosos con las mujeres, y más con mujeres como Aoi-san que solo quieren ayudarnos — Inosuke chasqueo su lengua y se dejó acostar, aunque Aoi cayó con él.
— Asi te ves mejor — Aoi le sonrió, aunque estaba literalmente sentada sobre el muslo derecho del chico, al ver la oportunidad se sentó en él — ¿Porque quieres matar demonios, Inosuke? —
Al sentir la chica sentada en su muslo, y con sus manos en su abdomen, Inosuke sintió un pequeño escalofrío... se sentía bien.
— Solo quiero comparar mi fuerza con la de esos monstruos — Soltó un suspiro — Una vez Kenintsu me lo dijo, yo realmente no tengo una buena motivación para ser cazador... quizás sea cierto, pero no estaré contento hasta ser Inosuke Hashibira, Pilar de Bestia — Una sonrisa apareció en su rostro al decir eso.
Aoi lo miró un poco sorprendida ¿Ese era realmente su objetivo? ¿Ser un pilar?
— Tienes una buena motivación — Se levantó de el muslo del chico y se quedó viéndolo un rato — Ser Pilar no es nada fácil, esfuérzate — Le da una sonrisa — Pero no te sobreesfuerces, cuando necesites atención médica ven aquí, te estaré esperando para atenderte ¿Vale? No esperes a no poder caminar para venir — Caminó hacia la puerta y la abrió — Si puedes dormir, descansa, si no al menos quédate acostado, así saldrás más rápido de aquí. Buenas noches — Cerró la puerta.
Sentía su estómago raro ¿Estaba enfermo? Normalmente no enfermaba...
Tenía que preguntarle a Monitsu y a Kentaro qué es lo que le sucedía, porqué se sentía así.
Si estaba enfermo se lo diría a Karoi, realmente quería volver a sentirse bien.
Miró por la ventana que estaba al lado de su cama, realmente estar solo unos días lejos de ellos ya le hacía ver la falta que le hacían.
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Salvaje e Idiota - Inosuke x Aoi
Fanfiction¡Un idiota, un cerdo, un desagradecido, un malhablado, un sin vergüenza! Eso y muchas mas cosas son las que piensa Aoi sobre Inosuke, sin embargo también piensa más, pero esas no le gusta aceptarlas. Kimetsu No Yaiba de Gotouge Koyoharu