¿Recuerdas aquella vez donde me juraste lealtad?Estaba con Ochako en mi habitación, ella lucía nerviosa y feliz.
Me dijo que me pusiera una venda y ella me guiaría a un sitio, como si fuese un juego.
Sonreí y accedí a ello.
Sentí como jalaba de mi muñeca, escuché el sonido de pajaritos cantar y algunos susurros de voces conocidas.
Me quite la venda y parpadie un poco para acostumbrame a la luz.
Te visualize con un traje elegante frente a un bello altar.
Los demás estaban parados a un lado de los asientos, una música empezó a sonar.
Ochako jaló un poco de mi brazo y empezamos a caminar sobre el sendero de pétalos de rosa.
Cuando llegamos, me pare frente de ti, sonriendo volteo a ver todo.
Parecía una boda.
Mire nuevamente tu rostro, lucías nervioso.
"Izuku Midoriya..."
Hablaste."Desde que te conocí sentí algo que para entonces era desconocido, te acercaste a mi a pesar de que siempre te rechazaba, me diste tus mejores y peores sonrisas"
Sonreí con cariño.
"Así que... El día de hoy vengo a jurarte mi amor, vengo a entregarte mi alma"
Te arodillaste frente a mi, de tú abrigo sacaste una cajita de color vino, la abriste mostrando dos hermosos anillos que brillaban como si fueran gemas a la luz del sol.
-Midoriya Izuku... Quiero pasar contigo las buenas y las malas, quiero estar contigo en la salud y en enfermedad, en la riqueza y la pobreza... Tú... ¿Quieres casarte conmigo?"
En un tono nervioso y tranquilo hiciste la pregunta que después nos traicionó.
Con lágrimas de felicidad bajando por mis sonrojadas mejillas te di el "si".
Los demás aplaudieron y gritaron, algunos estaban llorando.
Me abrasaste con fuerza y me cargaste.
¿Quien diría que esos anillos solo eran algo material, que en realidad solo representaron el inició de algo caótico?
Aquella vez donde por primera vez tus palabras fueron una dulce mentira que me trague por completo.