El primer día de invierno trajo consigo la primera lluvia y la emoción de Chenle por ver a su mejor amigo.
Antes de que su despertador sonara estaba listo, vistiendo una pijama gruesa y dejando la que hacía juego doblada en una esquina de su cama. Esperó sentado frente a la ventana observando los colores pálidos y sombríos que tintaban las desoladas calles de Seúl ese día.
El grito de su padre lo alarmó, debía bajar a desayunar, pero quería esperar a que llegara él para comer juntos. A pesar de que nunca venía tan temprano creía fervientemente que tal vez podía cambiar de opinión. Con desánimo se calzó las pantuflas que estaban a los pies de la cama y bajó las escaleras, sobre la mesa estaba su taza de rilakkuma llena de leche caliente y a su lado un plato con galletas de vainilla sin gluten.
Su padre tomaba café al otro extremo de la mesa mientras observaba su móvil, sin prestarle atención al pequeño que comía en silencio pero tan rápido como podía, no quería dejarlo esperando.
-Hey, no hay apuros, te vas a ahogar -Le dijo Doyoung quitándole una galleta de la mano, observando sus pequeñas mejillas tan llenas como las de una ardilla.
Masticó y tragó un poco más lento para complacer al hombre.
-Es que hoy está lloviendo, vendrá Sunggie -Soltó con emoción mientras agitaba sus pies bajo la mesa, que por cierto estaban a punto de tocar el piso, había crecido mucho en el verano.
-Cariño... Creo que-
Se detuvo abruptamente cuando su tono de llamada lo interrumpió, contestó el teléfono sin pensarlo y luego de un par de "si" cortó.
-Debo irme bebé, hablaremos más tarde ¿Está bien? Recuerda no hacer nada peligroso en la cocina hasta que Jeno llegue de la escuela, te quiero.
Le dejó un beso sobre la frente, para posteriormente tomar su bolso, un paraguas oscuro a juego con su ropa e irse. El sonido de la puerta principal cerrándose fue todo lo que necesitó para correr a su cuarto y abrir las cortinas.
Ahí estaba él, tan pequeño como siempre, envuelto en esa chaqueta rojo ladrillo desgastada por los años y con la cara pálida hasta las orejas, golpeando con suavidad el vidrio que se interponía entre ellos.
Chenle no dudó en abrir y su amigo entró con facilidad al cuarto, dejando como siempre, las sábanas empapadas y con manchas de barro esparcidas en distintas partes, luego tendría que cambiarlas, por suerte ya había aprendido cómo.
Le ofreció la ropa que había preparado, el niño la aceptó con vergüenza y se cambió en seguida, mientras él miraba hacia el otro lado para darle algo de privacidad. Cuando este estuvo listo se lo indicó para que volteara a verlo.
-¡Te ves muy bien! -Estaba feliz de que usara algo más que esa delgada y mojada ropa, sospechaba que siempre estaba pálido por el frío y poco abrigo que llevaba.
-Gracias Lele, la tela se siente muy suave, y tiene tu olor.
Con timidez se atrevió a preguntar.
-¿A qué huelo?
No le costó responder la pregunta, pues para él había estado clara desde el primer momento en que lo conoció.
-Hueles a las flores que me da mamá, también hueles como a motas de algodón, y tu piel es tan blanca como ellas, me gusta mucho eso.
Chenle sintió su corazón derretirse de ternura por la pequeña sonrisa que le permitía apreciar. Se acercó a Jisung y lo abrazó por los hombros con suavidad. Debía ser muy cuidadoso con él, aún podía recordar hace un par de días cuando intentó rodearlo con ambos brazos y el pequeño soltó un quejido de dolor, se había vuelto bastante frágil y eso a veces lo mantenía noches en vela, pensando cómo ayudarlo.
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𖥻𝆬 𝐓𝐈𝐍𝐘 𝐁𝐎𝐘 !! jichen ♡ ❜
RomanceHubiera deseado pasar el resto de sus días junto a Lele, pero era tarde para eso. *⌕ ، OS! fluff ₊ slash ₊ angst. *⌕ ، 1600 palabras. (♡ '◡' ♡)