No me robes un beso

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(3/?)

Al torcer la esquina, encontramos una discoteca con muchas luces de colores que tiene pinta de ser enorme. Tal y como nos ha indicado el señor del traje, entregamos unas tarjetas que nos ha dado en la puerta y simplemente con eso ya entramos. Debe ser como un pase VIP o algo

La enorme cantidad de luces nos obliga a entornar los ojos hasta que se acostumbran un poco. La pista es un gentío, pero no hay ni rastro de la espuma que prometía la tarjeta. La música no es totalmente desconocida, está claro que cada país tiene sus propios éxitos y de cada diez canciones que poseían conocemos una, pero no nos importa porque nos lo estamos pasando en grande y lo bailamos todo. Nos da igual que sea tecno, funky, house, rap o cualquier otra cosa. Estamos tan a lo nuestro, que no nos damos cuenta de la cantidad de chulazos que hay en la pista y de que no nos quitan el ojo de encima.

YoonGi va a la barra a por unas copas mientras yo me quedo bailando. Nada más irse un par de tipos se me acercan a darme platica, pero estoy pasándomelo tan bien yo solo con mi amigo, que les digo en coreano que no hablo tailandés ni ingles, para que me dejen en paz y no me molesten. Casualidades del destino, son de Corea.

Cuando YoonGi vuelve y me ve hablando con esos tipos hace amago de irse para dejarme solo. Yo, que me doy cuenta del malentendido, lo aviso y le digo que venga, para que no crea que quiero ligar con ellos.

—Mira YoonGi, estos son Seung y Mark. Son de Busan —le digo gesticulando muy exageradamente para que me ayude a quitármelos de encima.

—Encantado —les dice después de darle dos besos a cada uno.

—Tu cara me suena un montón —dice Mark.

—Tengo una cara muy común —aclara YoonGi temiendo que lo hayan reconocido y luego no podamos quitárnoslos de encima en toda la noche.

—No. Yo te conozco de otra cosa —insiste.

—Pues no sé, pero con la cantidad de gente que hay, ya es casualidad que hayamos conocido a dos de Corea —reprocha YoonGi irónicamente mientras me pide ayuda con la mirada.

—Tú y yo hemos follado. ¿verdad? —pregunta Mark casi dándolo por hecho.

—No sé, puede ser —dice YoonGi para intentar quitárselo de encima—. Aunque a decir verdad no me acuerdo. Está tan oscuro...

—Pues enróllate conmigo otra vez, así lo recuerdas —insiste el Markitos de los cojones

—No puedo.

—¿Por qué?

—Porque tengo novio —aclara YoonGi.

—¿Y dónde está?

—Aquí, ¿no lo ves? —dice agarrándome de la cintura.

—Pues nadie diría que son novios —insiste el cansino, así que YoonGi me agarra de la cabeza y me da el beso más apasionado y dulce que me han dado en mi vida. —¿Y ahora te queda claro? —le dice desafiante.

—Valiente gilipollas. Vámonos, Seung, que estos van de calientapollas —dice mientras se aleja.

YoonGi me mira y ríe cuando ve como se ha ido el chico bastante molesto Yo sigo petrificado por el beso que me ha dado que era algo que no me esperaba en absoluto. Lo pienso un segundo y me doy cuenta de que hasta me ha sentado mal, porque no quería tener ningún tipo de contacto físico con YonGi y en el caso de acabar teniéndolo, no quería que fuese así. Estamos frente a frente y nos seguimos mirando. Yo reacciono y cuando lo hago es para tomarme la copa de un tirón.

—¿Estás bien? —me pregunta.

—Necesito otra copa.

—Toma, la mía está entera. Ve bebiéndotela mientras voy a buscar otra.

—No la quiero.

—¿Qué?

—Que no la quiero —le grito.

—Vale, voy a pedirte otra copa.

—Que no coño, que no. ¿Te crees que no soy capaz ni de pedirme una copa?

—Jimin ¿qué te pasa?

—No me pasa nada.

—Entonces, ¿por qué estás tan enojado?

—No estoy enfadado —refunfuño.

—¿Es por esos chicos, quieres que vuelva a buscarlos?

—No entiendes nada. Estoy harto de que no te des cuenta de las cosas que haces.

—¿No será por el beso? —vuelve a preguntar.

—No tenías ningún derecho —le reprocho.

—No puedo creer que estés así por eso. Ha sido un simple beso, no le des tanta importancia.

—Le doy la importancia que me sale de las pelotas.

—A mí no me hables así.

—¿Qué pasa?, ¿que también vas a pegarme una bofetada?

—De verdad que no te entiendo.

—No, claro. Y luego dirás que ha sido una simple bofetada.

—Pero ¿qué coño estás diciendo? —me grita YoonGi.

—Pues que todo lo que se hace tiene unas consecuencias y tú no te das cuenta.

—No te entiendo.

—Pues entiendo esto —le digo mientras le doy un morreo que, por supuesto, él me devuelve aunque le pilla un poco por sorpresa.

Nos quedamos mirándonos a los ojos, frente a frente, sin decir nada, porque nadie se atreve a dar ningún paso más. La música acelera y un gran chorro de espuma sale disparado desde el techo hasta el centro de la pista, empapándonos a los dos. Cuando la gente que está en la discoteca ve que ha empezado el baño de espuma, corren hacia la pista convirtiendo el exceso de gente en una marea que te lleva de un sitio a otro, sin rumbo fijo. El enorme gentío nos separa. Intentamos agarrarnos de las manos, pero es imposible porque todo el mundo quiere ponerse debajo del chorro y nos van empujando para que nos apartemos.

Cuando consigo salir de la macro fiesta, donde yo creo que había más gente de la que estaba permitido, me encuentro con YoonGi que me está esperando fuera. Estamos chorreando y sin casi mirarnos y apenas sin hablar, YoonGi sugiere que cojamos un taxi para volver al hotel.

Cuando Todos Duermen - Yoonmin (finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora