二十²⁰

7.6K 959 114
                                    

●

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

`、`✨ヽ`ヽ`、💫ヽ、ヽ`
ヽ`ヽ`ヽ`⭐、`ヽ`ヽヽ`
`🌟ヽ`ዽ``、ヽ`、✨ヽ`

Él comprendió la brevedad de la carta cuando ya se encontraba en las puertas del palacio. En cuanto la oportunidad de retirarse, YoonGi tomó su caballo y corrió hacia el palacio, la carta no hacía más que avisarle que el parto había sucedido, nada sobre JiMin o sobre su hijo. Los nervios y la ansiedad lo habían devorado a lo largo de esas semanas, estar en casa era la mejor sensación que había experimentado en un largo tiempo, al fin podría volver a ver a su amado, a su hija y conocer a su nuevo hijo.

Como siempre, el recibimiento fue grande y los sirvientes corrían inquietamente de un lado a otro, asegurándose de que todo estuviera en orden.

NamJoon palmeó su espalda y sonrió— Vuelve a casa nuestro querido rey.

YoonGi rió y devolvió la palmada— Si, y vuelve el general a los brazos de su amado delincuente —bromeó.

Bufó despacio y se encogió de hombros— Usted sabe bien que los hombres nos imponemos nuestras propias prisiones.

YoonGi lanzó una carcajada divertida y finalmente entraron al palacio. Allí, en primera fila se encontraba JiEun, Lalisa y SoYeon con sus respectivas hijas, junto a ellas, JiHoon parado con gesto serio. No había rastro de JiMin y eso no hizo más que aumentar su ansiedad. Abrazó a cada una de las pequeñas y besó la frente de cada una de las concubinas. Cuando llegó a JiHoon, estiró su mano, pero cuando el pequeño se disponía a saludarlo de aquella manera, él lo atrajo en un abrazo.

— Niño tonto, ya habrá tiempo para formalidades —dijo en tono cariñoso.

— Padre, es bueno ver que ha vuelto sano y salvo.

— ¿Cómo podría acaso morir ahora? tu padre aún es muy joven para partir.

Cuando se separó de JiHoon, frunció el ceño ligeramente antes de dirigirse a JiEun.

— ¿En dónde está JiMin? —preguntó sin rodeos.

— Él no se sentía con suficientes fuerzas para bajar, sin embargo, lo espera con ansias en sus aposentos.

Asintió y sin dedicar una segunda mirada al resto de las personas en el lugar, corrió hacia los aposentos de JiMin, al llegar, entreabrió la puerta, pero se detuvo al oír al joven hablar.

— JungKook, por favor, tráeme el juguete de DaHyun, está muy inquieta y no puedo alimentar a su hermano —pidió con suavidad.

His ● YoonMin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora