𝑪𝒂𝒎𝒊𝒍𝒂 𝑪. 𝑳𝒂𝒖𝒓𝒆𝒏 𝑱. 𝒚 𝑻ú | [One Shots]

fifth squad

______ Pov.

Me miré por última vez en
el espejo para luego tomar
las llaves de mi auto que
estaban en la mesita y salí
de mi habitación,lista para
ir a mi cita. Frank,mi
mayordomo me recibió
abajo.

—¿Debería de quedarme
despierto para recibirla,
señorita Evan's? —Negué
sonriendo y él me miró
pícaro.

—No te preocupes,Frank.
Está noche no volveré,hasta
mañana por la mañana —
Fui hacia la cocina con él
siguiendome. Bebí un poco
de agua y Frank movió sus
cejas.

—Se ve muy contenta,
señorita — Sonreí sin poder
evitarlo y asentí.

—Lo estoy,tendré una cita
con una hermosa mujer que
conocí hace días —Él frunció
el ceño,enseguida supe que
me iba a preguntar si estaba
segura que no era otra
mujer que quería matarme.

—¿Está usted segura de que
no es un peligro? —Negué
y me miró no muy convencido.

—En serio,Frank...no te
preocupes,sabes que nunca
salgo sin mi arma —
Aseguré y él asintió.

—Está bien,confio en que
usted se puede cuidar muy
bien —Asentí y lo abracé.

—Claro,aprendí del mejor —
Rió un poco y correspondió
mi abrazo.

Me alejé y caminamos
juntos hacia la salida.
Abrió la puerta y salí.

—Nos vemos luego,Frank —
Lo volteé a ver y él asintió.
Volvió a entrar en la mansión
y yo caminé hacia mi auto.
Saludé a los dos de seguridad
y ellos me sonrieron.

Entré en mi auto y lo puse
en marcha. El portón fue
abierto por ambos hombres,
les dí las gracias y le subí
un poco de volumen a la
música para ir hasta mi
destino.

  ~.~

Aparqué mi auto y salí de
este arreglando un poco mi
chaqueta. Entré al bar y
las tenues luces azules y rojas
junto con la música en un
volumen considerado me
daban la bienvenida. Le
sonreí a algunos que ya me
conocían,después de todo
este bar no era igual que los
demás. En este solo llegaban
gente importante,y era
conocido por un excelente
servicio. Por la misma razón
llegaba seguido a este mismo.

Me senté en una de las sillas
de la barra y le pedí al
bartender un trago. Él
enseguida asintió y saco
un vasito,llenándolo
enseguida de whisky.
Me lo entregó y le agradecí.

—¿No pensabas esperarme? —
Sonreí al escuchar su ronca
y sensual voz. Hasta el
bartender se quedó embobado
por algunos segundos. La
volteé a ver y entendí el
porqué. Me sonrió y se
sentó a mi lado.

Me quedé petrificada por
algunos segundos hasta que
ella alzó una de sus cejas
mientras se mordía el labio.

—¿Tengo algo en la cara? —
Preguntó divertida y negué
sintiendo mis mejillas arder.
Sonreí un poco avergonzada
y me llevé el vasito a la boca.
Volteé a ver al bartender y
le dije que le ofreciera un
poco de vino a la mujer
que ahora estaba a mi lado.

—No pensé que vinieras —
Tomé todo el liquido restante
de un solo trago y ella negó
suavemente.

—¿Por qué? Por nada del
mundo iba a dejarte plantada —
Agarró la copa con aquel
liquido rojo y se la llevó a
los labios. Quedé embelesada
con su belleza y ella lo notó.