►Capítulo O1...

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Capítulo O1 1/2:



'¿Destino o casualidad?'

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        Era una linda mañana de otoño y el paisaje lleno de tonalidades de color naranja lo hacían ver simplemente bello. Pero aquella temporada perdía su encanto con el simple hecho de despegarte de tu linda cama para ir a la maldita escuela.

Este era el caso de Izuku. Un joven estudiate de secundaria, que cursa su último año en el salón "B". Aquel chico se levantaba perezosa mientras frotaba sus ojos.

El peliverde se levantó de la cama, tendiendo improvisadamente sus amarillas mantas.

Hoy será un día bastante pesado, tocaba varias horas de Matemáticas e Historia y por alguna razón le caiga gordo a los maestros, el simple hecho de verle sentado en su pupitre les parecía joder el día, pero en fin.

Después de tender su cama se alistó para ir a la escuela, bajó a tomar su desayuno, se despidió de su madre y salió de su casa rumbo al colegio que lo esperaba con los brazos abiertos.

En el camino se encontró con Kaminari y Uraraka, sus dos mejores amigos. Tiene amistad con ellos desde que tiene uso de razón, son como hermanos.

—Oigan, ya casi es el día —Dijo Kaminari con una sonrisa algo maliciosa, a lo que la de cabellos cortos y castaños entendió pero Izuku no.

—Uy si, siento miedo y emoción a la vez —Le siguió con entusiasmo.

—¿De qué hablan? —Preguntó algo curioso.

—Mañana es veintinueve de octubre, el día en el que la casa de los Bakugo toma vida a la medianoche —Respondió Uraraka con voz de ultratumba.

—¿Es mañana? Que pronto llegó ese día...

—Dicen que si entras a la casa mientras están vivas las almas, toman tu cuerpo y te lo devuelven hasta el próximo veintinueve de octubre... —dijo alumbrandose desde la barbilla la cara con la luz de su móvil.

—Brutal... —murmuró Uraraka con una sonrisa.

—La verdad no creo mucho en eso, ¿Como pueden seguir habiendo almas si ni saben si murieron? Es ridículo. —Ante aquel comentario ambos chicos le dieron un codazo.

—Mira por donde estás pasando —dijo Kamimari aguantandose la risa.

Cuando Izuku volteó la cabeza hacia la derecha, ahí estaba, la casa de los Bakugou, en una de esas ventanas cerradas se podía ver una cortina gris en perfecto estado moverse, algo que era lógicamente imposible, pues el vidrio de esta estaba sellado, por obviedad no debía hacer eso, por el movimiento que hacía es por que el aire entra.

Uraraka sigilosamente le tocó la cintura con ambas manos, sobresaltando a Izuku, este chilló de miedo. Ambos chicos se echaron a reír.

—¿Cómo pudiste asustarte por eso? —Dijo Kaminari partiéndose el culo de risa.

—Debiste ver tu cara —le siguió Uraraka, secándose las lágrimas y sobando su estómago, pues dolía por partirse de risa.

—Chicos, es-eso no es gracioso, esas cortinas se están moviendo —dijo muy nervioso, apuntanto a dicha ventana.

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⏰ Última actualización: Jul 12, 2020 ⏰

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