Nightmares ❆

Chapter 2

Desperté de golpe, asustada y cubierta de sudor, como su mi vida estuviera en peligro en ese momento, en el pasado lo estuvo y tuve que alejarme incluso de mi propia familia para estar a salvo, pero estar a salvo le costó la vida alguien muy especial para mí.

Me preparé para mi salida de hoy con Kim, me puse unos jeans negros, una camiseta a cuadros y un abrigo largo encima. Llegue 20 antes al Green Park donde había quedado con ella.

Mentalmente me sentía cansada, las pesadillas que tenia se hacían cada vez mas frecuentes y se acercaban cada vez mas a la realidad, a lo que sucedió en el pasado con mi familia, a todo lo que me hicieron, a todas las humillaciones que me hicieron pasar, abracé mi cuerpo al llegar los crudos recuerdos a mi cabeza.

- ¿Estás bien, Vi? – se acerco lentamente a mi con una cajita cubierta en envoltorio de regalo.

- Kim. Si, todo esta bien. Hoy esta muy fresco el día.

- Si, hace un frio de mil demonios, al parecer lloverá – hizo una pausa – ¡Oh! Esto es para ti, ¡Feliz Cumpleaños, Vi!, Espero que te guste. – recibí la cajita con mucho cuidado, pesaba bastante. Lo que sea que estaba adentro se asomo y tiro la tapa al suelo.

- Un husky.

- ¡Un husky! Lucy tuvo cachorritos, se lo mucho que te gustan los perros, además creo que te hará bien la compañía de una mascota. Además, este muchacho es muy adorable y juguetón.

- Si, es adorable. Gracias, Kim. – se acomodó a mi lado frotando sus manos por el frio.

- ¡De nada! ¿Quieres hacer algo especial hoy?, la verdad yo quería que habláramos el dia de hoy, quizás no es el mejor panorama para un cumpleaños, pero ya que no nos vemos tanto podemos aprovechar la oportunidad.

- Bien, ¿De que quieres hablar? – el cachorro se acomodo en mi regazo buscando algo de calor.

- De ti. ¿Recuerdas la promesa que me hiciste?, prometiste que me dirías todo lo que quieres dejar atrás cuando cumplieras 24 años, no quería presionarte, por lo que se ve por fuera, es algo realmente doloroso para ti, realmente quiero saberlo, no solo para conocerte más, si no para que puedas abrirte y sacar todo lo que hay dentro de ti.

- Si, recuerdo la promesa. Bien, si quieres saberlo te lo diré – hice una pause mirando al pequeño husky en mi regazo – Pero antes, me gustaría que me acompañes a un lugar.

- ¿Dónde?

- Al cementerio.

Kim, el husky y yo llegamos al Margravine Cemetery, pasábamos entre las tumbas de miles de personas que yacían ahí. Kim llevaba en sus brazos al pequeño husky y yo un arreglo floral sencillo. Me pare en pequeña tumba muy alejada de las demás, en la inscripción de la lápida podía leerse "Jade Jones". Acomode las flores en frasco de cristal que había a un lado de la lapida y me quede en silencio por un rato.

- ¿Quién.. Quien es..? – Kim rompió el abrumador silencio que se había formado en el ambiente.

- Jade Jones – hice una pausa – Era mi niñera cuando era pequeña, lo fue durante mucho tiempo, era una persona hermosa, como dice su nombre tenia los ojos de un color jade. Era la persona mas importante para mi en ese entonces, a pesar de que ya no esta en este mundo, sigue siéndolo. ¿Te parece si nos sentamos en un banco? Es una larga historia. – Ella asintió y nos dirigimos a uno de los bancos cercanos.

- No sé por dónde comenzar...

- Tomate tu tiempo, te escucho.

- Los Crawford son una familia reconocida en Londres, una de las mas ricas y prestigiosas, eso ya lo sabes. La familia perfecta desde el punto de vista ajeno, pero puertas adentro, la realidad era totalmente diferente. Ellos siempre quisieron tener hijos varones para que pudieran hacerse cargo de la familia, el primero fue varón, mi hermano mayor Ian. El segundo hijo fue una decepción para ellos, nació mujer, yo. Desde el maldito día en que nací, han abusado de mí, siempre era la oveja negra de la familia, era... tanto el odio que mi padre tenían hacia mí, me golpeaba hasta dejar marcas durante días en mi cuerpo, para ellos, todo lo que hacia era malo, era una completa basura para ellos. Desde que tenia 12 años, ellos dejaron de estar tanto tiempo en casa, viajaban mucho y nosotros quedábamos con 2 niñeras, Jade era una de ellas, ella era testigo del odio que mis padres tenían hacia mí, era la única persona que me consolaba por las noches cuando no podía dormir por el dolor en mi cuerpo. Jade venia de muy lejos, ella era de Estado Unidos, un día dijo que su pequeña hija estaba muy mal y necesitaba un tratamiento medico y tuvo que irse un tiempo. Cuando ella se fue, mi hermano mayor comenzó a abusar sexualmente de mí, me obligaba a tener sexo con él, me lastimaba, me amarraba a la cama, me golpeaba. -hice una larga pausa – Actualmente yo no puedo tener hijos, tengo el útero y mis partes íntimas demasiado dañadas por todo lo que mi hizo. El dolor que tengo a veces es infernal. Cuando Jade volvió, me dio un fuerte abrazo, me dijo que nunca más volvería a dejarme sola, lo prometió. Decidió denunciar a mis padres y a mi hermano por todo el daño que me habían hecho, la policía no hizo nunca investigación, mi padre pago para que no investigaran nada. Un día cuando no había nada en casa, mi padre torturo durante horas a Jade por haberlo denunciado, esa misma noche, a pesar del dolor que sentía en su cuerpo me ayudo a escapar, que no permitiría que me siguieran haciendo daño. Si, pude escapar, pero solo por unas horas, los guardaespaldas me encontraron. Mi padre asesino a Jade delante de mis ojos, juro que siempre me arrebataría lo que es más preciado para mí, porque era basura, porque no merecía nada en este mundo.