ASSASSIN'S •MYG• [Editando]

\\Capítulo 4//

•|Yoongi|•

Ella miró mi rostro, ella sabe quién soy o eso creo. ¡Mierda! ¿Por qué no me di cuenta de esto antes?

El chico que estaba a su lado me provocaba algo repugnante en mi estómago, no lo quiero cerca, ella es mi víctima.

Fin del Flashback°°°

El olor a rosas, ese olor agradable que tan solo tiene ella, hace que quiera estar más cerca, mucho más cerca. ¿Pero que pasa? Vamos Min Yoongi, olvida lo que pasa, eres un asesino. ¡No puedes enamorarte de tu víctima!

Podía sentir el palpitar continuo de su corazón. Sí, lo que ella sintió que fue un sueño, resultó ser la vida real, a parte de ser un despiadado asesino, soy un demonio.

Yo debía seguirla, fue la orden que me asignaron, me convertí en el demonio que soy, gracias a una confusión que hubo en el Olimpo. Claro, dónde todo ángel quiere estar. Nací allí y fui criado por mi padre, ya que la que me dio la vida, huyó con un narcotraficante en el mundo real.

Todo ocurrió de una manera muy rápida, aún no sé los detalles acerca de cómo fue que terminé en el inframundo. Pero es frustrante convivir con las almas en penas, sí, esas escalofriantes personas que vagan aún en el mundo real sin poder descansar hasta buscar la causa por la que están en el mundo equivocado. Mi condena es seguirla, seguir sus pasos hacia cualquier lugar donde fuera.

—¿Qué es lo que me pasa, por qué siento esto tan molesto? —su mano recorrió su tersa piel, es hermosa.

Podía leer sus pensamientos, podía ver todo lo que ella pensaba. En mi vida como persona normal de este mundo, e decidido optar por asesino, he hecho muchos crímenes admirables, que ninguna otra persona podría hacerlos al no ser yo. Pero aquí quiero cometer uno, quiero matarlo, quiero matar a ese chico que está frente a ella.

—¿Estás bien HyeSung? —notó que no se encontraba bien, por lo que quiso preguntarle mientras tocaba su mano.

—¡Siento que quema! —comenzó a sofocarse y a aspirar.

No quiero que sufra, así que decidí salir de allí y con mi capucha sobre mi cabeza, caminar como alma en pena en las calles. Es divertido, poder ver qué tus víctimas sufran ante tí, pero no sé por qué con ella es diferente.

—Toma un poco de agua, creo que te sentirás mejor —le tendió un poco de agua a lo que ella lo rechazó, tirándolo al suelo, haciendo que se quebrara en mil añicos.

Se paró de su asiento y comenzó a correr como loca fuera del restaurante. Yo lo sentía, venía hacia mi dirección. Me giré pero no ví nada, es extraño, la sentí.

De pronto miré hacia la izquierda y allí estaba corriendo como loca hacia la calle. El semáforo aún estaba en verde, pero a ella no le importó, por lo que tuve que interceder sobre su camino. La agarré de los hombros y la jalé hacia mí enterrando su cabeza en mi pecho. Ella lloraba. ¿Por qué lloras, por qué lo haces? Entonces ahí fue cuando me di cuenta, que ese monstruo quería posesionarse en el cuerpo de la persona que me pertenece.

—¡Ayúdame por favor, quema mucho! —me miraba con sus ojos angelicales y sinceros, nunca pasé por semejante dolor, pero, entiendo cómo se siente.

Al lado de la calle se encontraba ese alguien el cual solamente podía ver yo. Jung Hoseok, ese demonio quiere posesionar su cuerpo y alma, algo que le prohibiré.

—la senté en un banco y me acerqué a él, caminando despacio. —¿Por qué haces esto? —me miró con burla, nadie más podía verle, solamente yo.

—¿Qué? ¿Acaso te gusta? Yo solamente hago mi trabajo, necesito alimentarme o pronto moriré de hambre. —en la forma en que hablaba me ocasionaba náuseas.