Once meses había pasado desde que la Familia Agreste Dupain se había desmoronado después de estar juntos por 8 años y medio.
¿La causa? Él trabajaba demasiado para darle lo mejor a su esposa e hija; ella pedía tiempo como familia y como pareja, ya que debido al absorbente trabajo que tenía su marido, llegaba sumamente cansado, sin querer pasar mucho tiempo con la pequeña Emma y mucho menos en las noches con su mujer en la cama; haciéndola suya como antes.
Marinette había intentado de todo. Desde una romántica cena en casa, hasta ir a la oficina de Adrien, interpretando el rol de secretaria para que, aunque sea, tener una pequeña sesión de sexo salvaje en su escritorio. Cosa que al principio funcionó pero con el paso del tiempo, él ponía excusas sobre tener reuniones importantes y viajes de negocio.
Y eso daba una mala espina en la ojizarca.
La pelinegra quería rescatar lo que quedaba de su matrimonio, pero las discusiones se hacían cada vez más frecuentes e intensas, cosa que dejaba totalmente aturdida a la niña, y por el bien de los 3, decidieron acabar con ese matrimonio que tanto habían soñado desde su noviazgo.
Marinette recordaba en su oficina los viejos tiempos cuando salía con Adrien. No fue amor a primera vista, pero con el tiempo se fue forjando una amistad inquebrantable y como consecuencia salieron a flote los verdaderos sentimientos que tenían uno para con el otro.
Venía a su memoria cómo fue cada situación que habían vivido juntos, desde cómo se conocieron, hasta esos momentos con la pequeña rubia que procrearon juntos.
Hasta que la voz de su asistente la sacó de sus pensamientos, dándose cuenta que estaba mirando a la nada y estando nostálgica de nuevo.
— Perdón Alya, no te escuché ¿Qué me decías?
— Que tu mamá estaba tratando de localizarte por el celular, pero como no contestabas, llamó aquí a la oficina y te está esperando en la línea 3.
— Gracias. —en ese instante, Alya salió cerrando la puerta, virando los ojos por la distracción que su amiga tenía últimamente y dejándola a solas para que hablara por teléfono— Hola mamá ¿Qué pasó? ¿Emma está bien?.
— Hola cariño, espero que no haya interrumpido algo importante. Pero estaba platicando con la niña y me contó que hoy irían a ver al imbécil de Adrien... ¿Quieres que vaya a dejarte a Emma a la oficina?
— No mamá, yo voy a tu casa, no te preocupes. En 20 minutos llego... Y por favor, trata de no hablar mal de Adrien, no frente a Emma. —la azabache estaba cansada de tener que repetirle lo mismo a Sabine, no quería que la pequeña rubia viera mal a su padre. Pero a veces era algo inevitable que escuchara.
— Está bien, ten cuidado. —se había escuchado un pequeño suspiro por parte de Sabine, mientras Marinette sabía que su madre se había quedado con las ganas de seguir insultando a, su ahora, ex pareja.
— Sí mamá, nos vemos al rato. Adiós.
Después de que hubo colgado, agarró su bolso y salió con gran velocidad hacia su auto en el aparcamiento.
Como cada mes sin falta, Marinette recibía la pensión alimenticia y salía con su hija para que Adrien pudiese verla. Eran muy escasos los momentos en el que tenía tiempo para estar con su pequeña y aprovechaba esos instantes cuando él se podía permitir pasar un rato con su pequeña versión femenina de ojos azulados.
Cuando la azabache llegó a la casa de sus padres, visualizó inmediatamente a su hija, quién al verla, gritó eufórica e impaciente por querer ir a ver a su padre.
— Gracias por cuidarla, mamá. Espero que no te haya hecho muchas travesuras —dijo mientras cargaba a su hija en brazos.
— Sabes que no es ningún problema, Marinette... Ya que ese desobligado ni se interesa por estar con mi nieta como se debe.
ESTÁS LEYENDO
..::Por Derecho::.. Two-shot MLB Adrinette~
FanficDebido a los problemas que acarrea el matrimonio, por el bien de ambas personas, algunas parejas se separan para seguir como si nada hubiera pasado o incluso para aclarar situaciones y despejar la mente. Pero de una forma u otra, aunque trates de ol...