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Una tranquila mañana, fue lo primero que sus ojos vieron al momento de despertar. Suspirando se levanto con un fuerte dolor de cabeza que fue causado por haber ido a beber hasta que perdió el conocimiento.
Rápidamente sacó de su maleta una pequeña botella que traía un poco agua.

- No debí haberme excedido. - Dijo pasando su mano por la nuca - Siento el cuerpo hecho un completo desastre -.

Fue al fregadero para refrescar su rostro. Su dorada cabellera estaba hecha un lió, sus ojos cargaban unas notorias ojeras mientras que su voz sonaba ronca.

Demoro unos minutos en alistarse, debía correr o si no se le haría tarde. Así que a toda velocidad de dirigió hasta el templo donde entrenaba.
Valmar era un experto con las armas en especial el arco sin embargo el combate cuerpo a cuerpo era lo que se le dificultaba.

En fin una vez ahí trató de parecer que estaba bien aunque él bien sabia que no era así.
El día transcurrió como normalmente aunque por esa ocasión practicó en la zona especializada en combates, los cuales no le fue tan bien más aún por la resaca obtenida por su pequeña "fiesta" nocturna.

Sin embargo de camino a casa tanto su cuerpo y mente no daban para más, estaba agotado había dado todo de si aquel día, lo único que quería hacer era llegar a su casa y dormir todo lo que pudiera.
Siguió su curso en ese gran sendero que tenía que recorrer para llegar a su destino mientras pensaba en cosas sin sentido hasta que lo vio, un hombre casi de su misma altura caminaba en sentido contrario al suyo, era extraño ya que sabía que normalmente las personas no pasaban por esos rumbos.
Pensó en preguntarle la razón del porque se encontraba por ahí pero en un abrir y cerrar de ojos sintió un empujón fuerte, impactado con el tronco de un árbol para que luego el otro joven rápidamente sacara una espada filosa colocándola cerca de su cuello.

- ¿Qué intenciones tienes bandido?. - La voz de aquel extraño ser estaba siendo "íntimamente"-.

- ¡Ja! ¿Intenciones? Tú eres quien me tiene acorralado. Además te pregunto lo mismo. - Dijo Valmar tratando de alejar a la otra persona para que se quitara de enfrente - Además ¿quien eres o quien te crees para hacer tal acción tonta? -.

- ¡¿Eh?! No, yo no tengo la intención de hacerte nada malo. Solo que el simple hecho de que alguien camine por aquí con una mirada extraña y a esta hora es bastante extraño así que hice lo primero que pensé correcto, además llevas un arma.-

Extrañado por su respuesta de un tirón empujó al otro sujeto, quien reacciono enojado y con una posición de atacar.

- En primera si camino por aquí es porque mi casa está por este camino, segundo si tenía una mirada rara es porque fui a entrenar y estoy cansado, y tercera el que traiga esto - Señalo su arco - Es porque es mi herramienta de práctica. ¿Te quedo claro o sigues pensando que soy un ladrón? ¿Eh?-.

- Sigo teniendo mis dudas... Pero de cualquier forma no deberías caminar de una forma extraña más aún si también te le quedas viendo, ¿sabes? -.

- ¿Te estaba viendo? -.

- Sí, por eso me defendí antes de que intentaras algo -.

Ay mierda...

- Lo siento, pero también se me hizo raro ver a alguien caminar por aquí, casi nadie pasa es solo eso -.

- Hum ya veo... - En esos instantes hubo un silencio que parecía una eternidad asi que para romper la tensión el joven de pelo oscuro dijo tranquilo - Amm soy Kai -.

- ¿Qué? -.

- Preguntaste quién era y pues ahí está, me llamo Kai -.

- Ah cierto, digo yo Valmar -.

- ¿Valmar? Tu nombre se me hace conocido pero no recuerdo donde... En fin creo que yo me retiro. No se como catalogar nuestro encuentro Valmar así que dejémoslo como una coincidencia extraña - Sin más iba a continuar su camino algo apenado pero antes de que pudiera avanzar más la voz del otro hombre lo detuvo -.

- Espera déjame acompañarte. Estos lugares suelen ser peligrosos - Valmar avanzó hasta llegar hasta donde estaba Kai.

- No te preocupes se defenderme -.

- La verdad lo dudo. Si vas por la vida queriendo pelear con cada persona que se te atraviesa o por se te queda mirando raro no te veo muchas probabilidades de sobrevivir - Con una expresión burlesca continuo - Así que por favor insisto, déjame acompañarte hasta un lugar poblado. Es lo mínimo que puedo hacer para que no quedes con una mala percepción de mi-.

Kai pensó que era una mala idea ya que no lo conocía aunque se sentía culpable por sus acciones así que al final terminó aceptando su propuesta.

- Hum... Supongo que esta bien -.

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¡Hola! ¿Cómo han estado?
Bueno se podría decir que esta es la primera parte de esta historia.
De todo corazón espero que les guste ; - ;

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