El cielo estaba cubierto por un gran arrebol, sin duda uno de mis días favoritos, como para fotografiar, de pronto sentí el rose de mi mano con otra, volteé hacia a mi izquierda y era él, por un momento quedé en shock, ya que mi último recuerdo de él no fue nada satisfactorio.
Quise hacerle muchas preguntas, pero por algo no lo hice, sólo quise disfrutar el momento, ya que sabía que esto no iba a durar mucho, lo que más me encanta de él es que es una persona súper interesante cada vez que hablamos me deja sin palabras, lo admiro totalmente.
Dentro de un silencio un poco incómodo él me preguntó
- ¿Recuerdas aquella canción que te recomendé?
- ¿Cuál de todas? -respondí con una gran sonrisa
Fue en ese momento en donde el empezó a cantar la primera estrofa de aquella canción, eso me hizo pensar muchas cosas, el decidió tomarme de la mano y me guio hacia un gran lago en donde el agua era tan cristalina que podía reflejar cualquier cosa, fue ahí en donde noté que mi apariencia lucia distinta, era idéntica a la chica de aquel día, esto de alguna manera me tranquilizo un poco porque era yo.
