Pasaron unas 5 noches de que sueño con ese chico. Esta constantemente en mis sueños, ah, y me faltó aclarar, que también lo escucho decirme cosas en todos lados. Con Hayden, no hemos logrado encontrar a nadie parecido a el en la ciudad, y ella ahora está de viaje, asique tal vez cuando vuelva, me cuente si lo encontró, aunque no hayan muchas posibilidades. Son tantas las posibilidades de que lo encuentre, como las que no. Asique, prefiero no ilusionarme.
Los días en el colegio eran aburridos sin ella, tenía que seguir estando allí sola en los recreos, en el almuerzo y sola en el salón, sin tener a nadie con quien hablar.
Cuando volví a mi casa, subí las escaleras a mi cuarto, para encontrarme que ninguno de mis dibujos de este chico estaban. Todos habían desaparecido.
Corrí hasta el cuarto de mamá, y abrí la puerta.
- ¿Mis dibujos? ¿Dónde estan?.- exclamé nerviosa.
- _____ los guardé.- dijo mamá volviendo a fijar la vista en la revista.
- ¿Dónde?.- exclamé.
- No me acuerdo.-
- ¿Cómo que no te acuerdas mamá?.- pregunté ya nerviosa.
- No...- dijo
Ya estaba como loca, no quería tener más respuestas. Cerré la puerta con todo y me dirijí a mi pieza. Comenzé a revisar todas las cosas, no quería olvidarme de él, aunque estaba segura que seguiría soñando con el, almenos eso espero. ¡Necesito mis dibujos! No quiero nada más, solamente mis dibujos.
Me tiré en la cama, al no tener resultados, no podía encontrarlos por ningún lado. Decidí volver a dibujarlo, pero no tenía hojas. ¡Diablos! ¡Maldición!.
Mi teléfono comenzó a sonar, y atendí, era Hayden, que seguramente ya estaba volviendo de sus super vacaciones.
- ¡______!.- dijo Hayden.
- Hola Hayden.- dije con tono triste.
- ¡Hey! ¿Que pasa?.- preguntó.
- Nada, mi mamá me guardo los dibujos de el chico de mis sueños, y ahora no los puedo encontrar. Nisquiera ella sabe donde estan.- dijo.
- Pero, volvé a dibujarlos.- dijo Hayden dando opciones.
- No tengo hojas, y el único lugar donde venden hojas en toda la ciudad está cerrado.-
- Bueno, te quería avisar, que no encontré a ninguno igual a el.- dijo
- Lo sabía. Esto va a ser difícil. Ahora no tengo hojas, quien sabe si seguiré soñando con el, y quien sabe si no me olvidaré de el.- dije tirándome en la cama.
- Por favor _______ llevas cinco noches seguidas soñándo con el, supongo que seguirás soñando. Además, como te vas a olvidar de el.-
- Simple, por algo yo dibujo mis sueños, porque luego los olvido Hayden.-
La conversación siguió, Hayden siguió diciendome posibilidades para dibujarlo, pero eran imposibles. No sé si seguiré soñándo con el como todo el tiempo, solamente espero que llegue la noche para descubrirlo.
Cuando la noche llegó, lo único que pedía era volver a soñar con el. No quería olvidarlo, no quería. Quería seguir soñándo con el a toda costa.
Me puse mi piyama, y nuevamente caí en el profundo sueño.
Estaba sentada en el medio de el corredor del colegio. No había nadie, solamente yo. Podía sentir una persona atrás mío que me comenzó a hablar.
- ______ soy yo, el chico de todos tus sueños.- pronunció.
- Quiero verte.-
- Lo siento, pero no puedo...-
- ¿Por qué?.-
- Los dibujos... no los tienes.- dijo- No sé cuando volverás a ver mi cara....- dijo rápidamente y sentí como se alejaba.- Te amo, te amo demasiado.-
- Yo... ¡YO TAMBIÉN!.- logré gritar aunque sea para que me escuchara.
Me desperté, llorando. ¿Por qué no podía ver su cara? Ya comenzaba a olvidarme de el, de su rostro. Solamente recordaba esos ojos moranes, esos que me hacían perder. Pero, yo solamente quiero volver a verlo, ahora... ya no me acuerdo de su cara.