Alguien como TÚ

Capítulo 1: Vuelta a casa

Pov. NARRADORA:

Hoy era el día en que Yukine volvería de visitar a sus padres, ellos no vivían en Japón, sino que vivían en España. Yukine decidió mudarse hace unos años con el permiso de sus padres, ya que solo tenía 15 años, el motivo principal por el cual decidió alejarse tanto de ellos era por que ahí se encontraba la gran academia de héroes U.A. Lugar con el que Yukine siempre había soñado y que en unos días realizaría el examen de acceso. 

Faltaba media hora para que el avión aterrizara, nada más bajar encendió su teléfono marcando el número de su mejor amiga. Para su sorpresa esta la estaba esperando en la salida del aeropuerto. Yukine corrió  con una gran sonrisa de oreja a oreja hacia Yumi, la cual no dudó y también comenzó a correr hacia ella. A los pocos segundos la gente de su alrededor se detuvo para observar el numerito que ambas estaban montando. 

Yukine sostenía con mucha dificultad a Yumi, ya que esta no paraba de moverse.

- Yumi, por favor, deja de moverte tanto o nos caerem....- No pudo terminar ya que las dos cayeron de bruces al suelo, provocando una una risa de Azumane, quien les tendía la mano para ayudarlas a levantarse. 

Yumi y Azumane eran pareja hacía unos cuantos meses, la verdad era una pareja rara ya que Yumi era la mejor amiga de Yukine y Azumane era el primo de esta.

-Cuanto tiempo- dijo Yukine aceptando la mano que Azumane le había ofrecido con anterioridad.- que sepas que en ningún momento te he echado de menos- comentó con un tono de burla.

Cuando todos estuvieron de pie decidieron ir a tomar un café y a sí ponerse al día con el viaje que Yukine había realizado. 

-¿Entonces vamos a la cafetería de siempre chicos?- preguntó Yumi cogiendo la mano de su pareja y proporcionándole una gran sonrisa a Yukine, quien se la devolvió de igual manera.

-Pues claro que sí, he estado fuera dos semanas y ya comenzaba a echar de menos nuestra amada cafetería.- dijo recordando todas las risas que había presenciado esa cafetería. No era nada del otro mundo,  no llevaba mucho abierta, no tenía muchas mesas ni tampoco iba mucha gente, pero por eso mismo les encantaba pasar las horas en ese lugar. Iban tan a menudo que hasta tenían una mesa propia para ellos. 

Después de coger un taxi que los acercara a la ciudad y de caminar durante unos minutos, ya que la cafetería estaba un poco escondida por las viejas calles, llegaron.

A Yukine le brillaban los ojos, había ido a muchas cafeterías, pero sabía que no había ninguna tan tranquila como esta en toda la ciudad. Sin esperar más entraron y se dirigieron a su mesa. Al cabo de unos minutos el dueño del establecimiento se dirigió a saludar a Yukine, ya que estaba enterado de que había ido un par de semanas a visitar a sus padres.

-Que alegría tenerte por aquí de nuevo Yukine, espero que el viaje haya ido bien.- La chica solo asintió con la cabeza esbozando una sonrisa contagiosa la cual provocó que todos los presentes sonrieran junto a ella.-Bien, entonces ahora os sirvo lo de siempre-.

A los pocos minutos el dueño apareció con tres cafés con leche y unos churros para compartir. Los tres se pasaron toda la tarde hablando sobre el viaje y sobre la prueba de acceso que Yukine tendría que realizar. los otros dos al ser un año mayor que ella ya la habían realizado y los dos habían accedido sin ninguna dificultad. Aunque era de esperar ya que sus quirks eran realmente buenos. Yumi poseía el quirk de telequinesis heredado de su madre y el quirk de el control sobre el fuego heredado de su padre. Mientras que Azumane tenía el quirk de creación.

Yukine poseía un quirk el cual la gente le decía que era propio de un villano, aunque ella no les hacía caso, ya que tenía muy claro que se quería convertir en una heroína y superar a All Migth. El poder que Yukine poseía era el quirk de copiar, consiste en poder adquirir o robar un quirk de una persona, no se necesita el consentimiento de esta para poder tomarlo, lo único malo y lo que estaba intentando entrenar era el tiempo máximo con el que podía poseer un quirk. Actualmente lograba tenerlo durante unos 10 minutos máximos, pero hace unos meses solo podía poseerlo durante 5.

Después de ponerse al día sobre todo lo que había sucedido esas dos últimas semanas decidieron irse ya hacia el apartamento. Pagaron entre todos lo que habían consumido y se pusieron a caminar sin prisa, deteniéndose de vez en cuando a acariciar algunos gatos, ya que esa zona siempre estaba repleta de ellos.

Los tres entraron en el bloque y subieron en el ascensor, Yukine se paro en la puerta de su apartamento y Yumi y Azumane en la puerta de al lado, puesto que eran vecinos. Yumi y Azumane decidieron vivir juntos porque de esa manera tenían mucha más privacidad y no serían interrumpidos por los hermanos del chico.

Yukine se despidió de la pareja y abrió la puerta. Se sacó los zapatos y se dirigió hacia la habitación a dejar la maleta, decidió que después de darse una ducha cenaría y guardaría la ropa al armario. No sin antes lanzarse con agresividad a la cama y mirar al techo pensando en cómo de dura sería la prueba de acceso a la academia.

Después de ducharse con agua fría para ordenar sus pensamientos se dirigió a la cocina para preparar unos fideos instantáneos. No es que no se le diera bien cocinar, todo lo contrario, muchos fines de semana invitaba a Yumi y a Azumane a su apartamento para comer los tres juntos y ella preparaba unos platos exquisitos, sobretodo platos japoneses y todo lo que tenga que ver con la repostería. Pero después de un largo viaje no tenía fuerzas suficientes para cocinar algo que requiriera tiempo. 

Acabando ya de cenar se lavó los dientes y colocó la ropa a su armario. Cuando todo estuvo guardado salió al balcón, cogiendo una cajetilla de tabaco sacó un cigarro y lo colocó entre sus labios a la vez que lo encendía con un mechero que le había regalado hacía unos meses Yumi. Se sentó en la silla que tenía cogiendo un cenicero. Observaba las vistas que tenía, eran preciosas, una ciudad toda iluminada por luces en los edificios y por las luces de los coches que se desplazaban, dándole a la ciudad un aire más urbano. Cuando acabó el cigarro se dirigió a su habitación y se tumbó. Pocos minutos después ya se había quedado completamente dormida.

En unas semanas se realizaría la prueba de acceso a la U.A. y tenía que descansar para poder entrenar por la mañana ya que por la tarde trabajaba como cajera en una tienda de animales de el barrio. Aunque no era el trabajo que más deseaba lo necesitaba, ya que los gastos del apartamento no se pagaban solos, aunque sus padres la ayudaban cada mes pagando una parte de el alquiler.

Al igual que Yukine, Yumi y Azumane también trabajaban, pero una trabajaba en una librería y el otro en una floristería. Ninguno de sus trabajos les ocupaba mucho tiempo por lo que podían seguir estudiando y entrenando sin problemas. Esos trabajos eran temporales, simplemente hasta que se convirtieran en pro-héroes y pudieran trabajar en lo que realmente querían, combatir el mal.

Pensando en la academia se quedo completamente dormida y no se acordó de poner la alarma para entrenar al día siguiente.

Es un capítulo corto pero de momento solo tenía esto pensado así que espero que les guste.

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