Yukine es una chica de 15 años que vive en Japón sola, su sueño es entrar en la academia de héroes U.A.
Conocerá a Aizawa, el cual llamará la atención de la menor.
Aizawa los acompañó, y después volvió con Yukine, la cual seguía acariciando al gato.
-Parece que te ha cogido cariño- Comentó arrodillándose al lado de Yukine para acariciar a Kashi.
-Parece ser que sí- dijo con una sonrisa- Por cierto, si no es mucha molestia me podría ayudar a llegar a mi balcón, me dejé la llave i no tengo otra. Pero su balcón comunica con el mío.-
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POV Yukine:
-¿Es algún tipo de broma de la juventud actual?- Me dijo mientras se levantaba y se sacudía un poco los pantalones de la pelusa que el pequeño gato había dejado.
-Pues la verdad es que no, no se por quién me toma señor, pero yo no hago bromas de ese tipo.- Le respondí un poco confundida con la cabeza inclinada por lo que me había preguntado.
Parece ser que no le gustó que le llamara señor, ya que hizo una cara de desagrado.
-¿Qué edad tienes?- Preguntó mirándome directamente a los ojos. Me puso un poco nerviosa, tiene una mirada muy profunda.
-Tengo quince años, pero me suelen decir que aparento más.- Se sorprendió un poco de mi respuesta. Es verdad, me suelen decir que aparento unos diecinueve años más o menos. Creo que en parte es porque al mudarme a Japón y tener que trabajar, me ha hecho madurar. ¿A quién quiero engañar? Sigo siendo una cría que no puede dejar de ver shingeki no kyojin y lee Levi x Lectora durante las noches por wattpad.
-No los aparentas, yo hubiera apostado por dieciocho. Bueno, si no es ninguna broma eso de saltar por el balcón, vamos, que te ayudaré.- Dijo mientras comenzaba a caminar con las manos en los bolsillos.
A los segundos lo seguí, no sin antes despedirme del gato con unas cuantas caricias.
-Bien, usted puede juntar las manos, y yo simplemente saltaré. Si le resulta muy incómodo, puede prestarme una silla para subirme.- Dije amablemente, no quería causar una mala impresión puesto que será mi vecino por una larga temporada.
-Con las manos está bien.- Juntó sus dos manos e izo un ademán con la cabeza indicándome que saltara de una vez. Subí mi pie derecho y con el izquierdo me di impulso para poder llegar al final de la valla. Una vez llegué, con mi fuerza de brazos me alcé y pasé mi cuerpo al otro lado de la valla, para poder pisar el suelo de mi balcón de una vez por todas.
-Muchas gracias Aizawa-san. Espero verlo de nuevo pronto.- Le dije con una sonrisa, la valla dejaba verlo todo, ya que no era plástico ni nada de eso, es la típica valla que ponen en los colegios.
-No hay de que, para eso estamos los vecinos. Nos vemos- Dicho eso, entró por donde había salido. Yo simplemente me senté en la mesa que tenía en la pequeña terraza, y del paquete de tabaco que tenía, saqué un cigarro y lo encendí con el mechero que siempre estaba en la mesa de fuera.
