La bella y la bestia.

25.

Ya estabamos en el avión. Por lo que va del día no me ha llegado ningún mensaje de Edward. Por un lado me tranquiliza pero por otro me asusta porque no se cual va a ser su próximo movimiento.
Estaba sentada al lado de una ventana mirando como las nubes pasaban abajo de nosotros. Me puse ambos audifonos para escuchar música para que el viaje se me hiciera más corto. Cerré los ojos para intentar dormir.
Estaba en un campo. El día estaba soleado. Los árboles se mueven al ritmo del viento. Comienzo a caminar y sin darme cuenta estoy en un bosque oscuro. Veo una sombra pasar entre los árboles. Yo solo la comienzo a seguir para ver quién era.
Alicia: ¿Justin? ¿Eres tú?- dije caminando entre los árboles donde habia visto la sombra-¿Justin?- escucho una puerta abrirse. Me giro para ver una pequeña cabaña con la puerta aún abierta. Entré y sentí un portazo atrás mio. Cuando me giro veo esos ojos que me dan miedo. Esos brazos y esas manos que muchas veces me hicieron sentir inutil e insignificante - Edward- dije en un susurro. Él no dijo nada. Solo comenzó a caminar hacia mi y solo trataba de alejarme lo que más pudiera.
Derrepente siento alguien tomandome de los hombros.
Xx: Alicia. Alicia despierta.
Abrí los ojos y pude ver a Justin. No dije nada. Solo lo abrazé. Necesitaba sentirme segura.
Justin: Tranquila fue solo una pesadilla- dijo acariciando mi pelo.
Alicia: Tengo miedo. Tengo mucho miedo- dije llorando
El avión comenzó a descender y en poco tiempo ya estabamos bajandonos de este. Atrás de una reja se veían muchas gritando el nombre de Justin. Tenían letreros y también tenían escritas sus iniciales en sus caras. Justin corrió hacia ellas para sacarse unas fotos con ellas y firmarles unos autografos. Yo entré con el resto del team al aeropuerto.
Justin: Amo a esas chicas- entró gritando
Alicia: Se nota- dije con una sonrisa en mi rostro.
Fuimos a buscar las maletas y luego nos fuimos al auto. Me senté de copiloto y Justin de piloto. Cuando llegamos al departamento cada uno se fue a su habitación y yo no fui la excepción. Me tiré en mi cama y a los pocos segundos mi celular me avisó que había llegado un mensaje.