Extra (pt 2/2)

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Había pasado una semana desde que robaron los diamantes, el español estaba molesto, nunca, NUNCA perdía nada, nunca le robaban y se sentía culpable, y también idiota al interesarse en un niño que conoció en un bar

-esta bien, vamos a recuperarlo- el portugués ánimo a su amigo, ambos caminaban a una cafetería, era de mañana y tenían hambre

Al entrar a aquella cafeteria pidieron cualquier cosa que se les antojara, se sentaron en una mesa cerca de la ventana

-España! No ellos son los que nos desmayaron?- el portugués señaló a un grupo de 3 amigos que entraban al local

-si- susurro el Europeo sin dejar de ver al nativo quien se veía feliz, sonriendo y platicando, eso causó que se sonrojara, hasta que vio como aquel hombre de color rojo lo tomaba de la cintura posesivamente

-Ya les dije! Se que fue mi ex!- el nazi se veía algo molesto cruzado de brazos mientras pedía su malteada de fresas

Los agentes veían a aquel grupo de amigos, no entendían porque estaban ahí, y querían arrestarlos o al menos interrogarlos

-por que tu ex robaría los diamantes?- al nativo era descarado, no le importaba si alguien lo escuchaba, no le importaba que pensaran

Los 3 amigos fueron a sentarse, no le prestaban atención a nadie y sin darse cuenta se colocaron al lado de los agentes

-por que le encanta fastidiarme!- soltó aún más molesto dejándose caer en la mesa

-a nosotros también nos encanta fastidiarte- soltó URSS son prestarle mucha atención -y no por eso te hemos hecho algo tan malo-

El nativo estaba recargado en el hombro de sovieto quien le acariciaba el cabello -no te creo que sea Imperio japonés, es uno de los más rectos que conozco- el Azteca ya se estaba enfadando, había pasado una semana y no encontraban al ladrón

-yo se que fue el! Quieren confiar en mí? Cuando salíamos le conté de estos diamantes y lo mucho que los quería!- el nazi parecía niño pequeño queriendo hacer un berrinche -y terminamos mal, así que tiene sentido-

-como sea- el Azteca ya había terminado con su malteada -vamonos de aquí, quiero ver la torre Eiffel-

El español se quedó escuchando aquello, al menos había un sospechoso, pero aún así, no se quedaría con las ganas de interrogar a uno de ellos

...

-sueltenme!- el Azteca forcejeaba con España y Portugal, fue mala idea salir solo en la noche -voy a gritar!- no se le ocurría nada, y para mala suerte no había nadie y estaba lejos del hotel

-ven con nosotros- el español tomaba fuertemente el brazo del nativo lastimandolo un poco

-n-no!- intentaba liberarse, pero no podía con 2 hombres mucho más grandes y mayores -s-sueltenme-

Pónganse en el lugar de Azteca, tenía 18 años, pero a esa edad nadie es completamente maduro, estaba en una ciudad que no conocía con gente que tampoco conocía y en una calle sola, oscura y peligrosa, comenzaba a darle miedo y no pudo evitar sacar una pequeña lágrima, forcejeaba con dos hombres a los que no veía bien por la oscuridad

-españa lo estamos asustando!- el portugués soltó al Azteca quien aprovecho y golpeó al español para poder salir corriendo de ahí

Sin embargo lo alcanzaron muy rápido y lo tiraron al suelo, para que no escapara el español se sentó arriba de el

-solo queremos que nos respondas algo!- el europeo no podía creer como un adolescente le causaba tantos problemas

-pesas más que una maldita vaca! Quítate!- Azteca se negaba a ayudarles, no confiaba en la policía -no voy a decirles nada a un par de estúpidos policías!-

Bad Boy // ONU X MéxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora