¡¡¡HIJOS DE PUTA!!!

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Narro yo

"Entrenar"... esa era la única palabra que pasaba por la mente del peliverde en los últimos meses, si volvía a la UA y todos sabrían de su -por así decirlo- resucitación seguramente querrían patearle el culo por tres razones

1) El hecho de que "murió" públicamente siendo el traidor

2) Algunos creerán que es una especie de impostor o alguna estupidez del estilo

3) Lo querrían matar por no decir nada ni siquiera para defenderse

Ahora hay que aclarar algo muy importante, él no entrenaba pera resistir o ser más potente en sus ataques, PARA NADA, él entrenaba para no ser tan letal con cada ataque o en otras palabras entrenaba para controlar su fuerza y brutalidad, el "poder" de las manos -o cómo él lo llama "empuñadura"- puede generar manos de cualquier superficie e incluso controlarlas de manera independiente sin que estén pegadas o conectadas al suelo, sin embargo eso era un problema por la letalidad de las mismas, al aparecer de cualquier superficie no es que sean de un material predeterminado, de hecho están hechas del material de la superficie por lo que si no lo controlaba bien podría matar a alguien o arrancarle el brazo sin querer al sacar manos del concreto.

Era sorprendentemente difícil para él, pensar que vería a todos de nuevo y que probablemente lo querrían acribillar a putazos no era algo fácil de digerir, aún con eso en la cabeza y esa necesidad de evitar matar a alguien en medio de un entrenamiento él estuvo pasando bastante tiempo con Ágata y Alicia quienes querían entrenar junto a él para hacerse más fuertes y saber reaccionar con mayor velocidad, el peliverde no les negó nada y entrenaron juntos cosa que nuestro brócoli preferido aprovechó para mostrarle a las dos la playa en la que solía entrenar, ambas se emocionaron por saber algo más de la vida de Izuku, si bien les contaba la mayor parte solía dejar muchos cabos sueltos cuando se trataba de detalles y especialmente de sus entrenamientos por alguna razón, Alicia era la que estaba más inquieta por conocer el lugar pues a ella le gustaba jugar a ser la detective que descubre los bloques faltantes y las lagunas en la historia de Izuku, mismas que solo él sabía gracias a que sabe guardar bien sus secretos, en fin, llegaron a la playa pero de hecho no iban a entrenar, era un día de descanso para que se pudieran relajar, en especial Izuku que entrenó como loco para poder controlarse por dos meses seguidos, al llegar Izuku solo les dijo que el lugar antes era un seudo-basurero pero luego él lo limpio como parte de su entrenamiento, se quedaron un buen rato hasta que Alicia les dijo a los otros dos que se metieran al agua, ella quería aprovechar su día afuera ya que tampoco podía salir mucho que digamos, tenía que hacer cursos intensivos para mantener un ritmo académico adecuado para cuando entren a la UA, Ágata e Izuku en realidad no querían pero terminaron aceptando, no llevaban ningún traje de baño por lo que simplemente improvisaron, las chicas llevaban jins por ende lo que hicieron fue recoger las piernas de estos, no tenían intenciones de meterse mucho al agua, en cambio nuestro peliverde se quitó la chamarra que tenía, se quitó sus botas, sus calcetines, su playera y solo se quedó en pantalones junto con una camiseta interior manga larga de color negro y por supuesto su máscara/casco como lo quieran llamar.

Es innecesario decir que por culpa de que él brócoli si se quería meter bastante las otras dos acabaron empapadas, estuvieron jugando en el agua y platicando un par de horas hasta que dieron las cinco (NM: SIN RIMA CULEROS). Los adolescentes hablaban ahora tranquilamente mientras estaban echados en la arena, los tres estaban tranquilos hablando de tonterías por pasar el rato pero el sonido de una voz llegó a sus oídos, una voz parecida a la de All Might pero mas débil por lo que las chicas lo ignoraron pero Izuku sabía perfectamente quién era aunque quiso tener esperanzas en que no lo joderían... Todos sabemos que esas esperanzas valdrán verga en tres...

El sucesor de bandos opuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora