— Andrews estaba en su oficina con su escritorio repleto de papeles y su laptop con varias pestañas abiertas de pacientes peligrosos desaparecidos, ese era su trabajo pero por ahora la única pestaña que estaba a la vista era la de Katerine, la había conocido en su ascenso, fue su primer trabajo y se podría decir que su primer amor, se había enamorado de una paciente muy peligrosa. Katerine no era más que una chica de 17 con varios traumatismos mentales cuando la conoció, era una calculadora, psicópata y había más de 50 personas viviendo en su cabeza pero lo que se destacaba en ella era que su magia, su arte era ser una manipuladora, sin que te dieras cuenta se podía meter en tu cabeza haciéndote creer cosas de las que no eran ciertas, lograba hacer de las suyas con las personas de mentes débiles y Andrews no era la excepción hasta que aprendió a no ser manipulado por ella y aún haci la seguía amando.—
— Andrews es hora de irnos
— En un momento iré, esperame en el auto -suspira mirando algo-
— Esta bien -se va-
— Muy pronto nos veremos Kate... muy pronto -deja una carpeta en su escritorio tomando su saco y saliendo de ahí-
—La carpeta mostraba una foto de Katerine sonriendo mientras esta estaba sujetada por un clip a los papeles donde se podía leer claramente la palabra "PELIGROSA". —
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La nube Bicolor
Short Story- Jonathan ¿cómo te has sentido hoy? - Muy bien doctora... ¡De maravilla! - Eso me alegra mucho - Si estuvieran justo ahora sus labios rojos déjeme decirle que no dudaría en besarla - Eso sería porque tú serías alguien diferente - Oh... tiene mu...