Capitulo 4

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Para la hora de almuerzo, su madre la llamó a comer y al terminar Dacne volvió a lo que estaba haciendo, ya pasado un buen rato en la casa de su abuela, ella se encontraba dibujando cuando sintió que alguien la miraba y al mismo tiempo un cosquilleo en el estómago, volteó y él se encontraba parado en la puerta. Ella se paró he hizo que pasara y se sentara en donde ella se encontraba.

Dacne le explicó que en dónde se encontraban era la casa de su abuela, y que su casa era la que estaba al lado y que allí se encontraban sus padres y sus hermanas. Le hablo sobre su familia, sobre sus hermanas, sobre sus estudios, entre otras cosas sobre ella.

Ya se encontraban un buen tiempo conversando de muchas cosas y recuerdos pasados, hablaron de lo que a él le gustaba y de lo que a ella le gustaba hacer. Y así se iban conociendo un poco más de ambos. De pronto solo se miraron uno al otro y sonrieron, ella le pregunto a él si es que tenía cosquillas en alguna parte de su cuerpo, al cual, él respondió que no.

Entonces ella le dijo:

- Pues no te creo y voy a comprobarlo. Al momento que empezó a darle cosquillas en los costados, al cual, él no sentía nada.

Así que ella atinó a decir:

- Entonces es cierto que no sientes cosquillas, pues no importa, de igual forma te voy a molestar. Es cuando ella le dio un peñisco y él dio un grito que a Dacne le sacó una sonrisa.

Henry le dijo a Dacne:

- No lo vuelvas hacer que yo te haré peor que eso. Así que ella no le hizo caso y lo siguió peñiscando, así que él le empezó a dar cosquillas a ella y estando en esa situación, de juego en juego, ambos se pararon y quedaron cara a cara, cada uno a un centímetro de otro, mirándose a los ojos.

Ella solo sintió como un cosquilleo en el estómago y lo miro fijamente, intentando que se le desapareciera la sensación, pero era algo que no podía explicárselo ni ella misma.

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