Other

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Amar no es sencillo, no es necesario, no es tan fielmente alabado como todos lo hacen ver. No. Amar es horrible, te quema cada pensamiento coherente hasta qué no tengas nada más, Amar es la peor cosa que pueden existir en el mundo...

Y Kim taehyung lo sabía a base de su cruel realidad.

Enamorado unilateralmente de un hombre que pasa siempre de su inmunda presencia, taehyung aprendió a la mala que estar enamorado no era simplemente suficiente. No bastaba con sentir las tan conocidas mariposas en el estómago. No bastaba con desvivirse por ver una miserable sonrisa en la boca de aquel que se había apoderado de todos sus sentidos, no bastaba los obsequios, las salidas amistosas nada. No bastaba absolutamente nada.

Taehyung se había gastado al intentarlo todo y perdió lo único que podría valer realmente la pena.

Perdió el amor propio.

Estar enamorado era una mierda, y él lo sabía mejor que nadie, tan acostumbrado a ser ignorado por la sucia humanidad, Taehyung se dijo que morir solo no era una mala idea en absoluto. Ese era su destino, no quería pareja, no quería tener hijos que solo sufrirían al no encajar en una estándar social. No quería dejar nada a su suerte. Solo quería vivir cada día sin más, como si en cualquier segundo pudiese morir.

Cómo si él nunca hubiese deseado amar y ser amado.

Jeon Jungkook llegó a su vida como un enérgico toberllino lleno de vida, tan dulce y tan puro, tan prohibido e intocable a sus ojos. Taehyung había caído irremediablemente por el lindo chico de sonrisa aconejada y cabellos negros.

Joder, se enamoró y no supo qué más hacer.

Era un imbécil con todas sus letras, no temía aceptar su propia realidad, era un simple vendedor en una tienda de música a la qué casi nadie iba, vivía solo, siempre había estado sólo y que jungkook llegase a desarmar sus propios esquemas le llevaba al borde de la locura.

Lloró incontables noches, se maldijo por se tan débil y por no querer seguir en su amarga realidad, Taehyung se odió tanto, se repugnó al punto de no querer continuar más.

¿Cómo podría el intentar amar si no sabía nada?

¿Cómo podía ser amado sino tenía nada que aportar?

La vida dió muchas vueltas, y antes de que él pudiese notarlo Jungkook se había metido tanto bajo su piel que no pudo pararlo. Estaba siempre en sus pensamientos sonriendo tan preciosamente, como si no estuviese rompiendo a un pobre hombre que sólo quería vivir su vida cuál nómada es busca de una salida rápida de la humanidad. El no tuvo piedad, Taehyung lo supo de inmediato, y corroboró su propio pensar y sentir al saber que Jungkook ya no era un niño.

Jeon Jungkook ya no era un niño.

El era un ser muy cruel y calculador. Taehyung lo sabía y aún con ese presente no quiso verlo demasiado, estaba perdidamente enamorado, dió todo aún cuando no tenía nada, y con todo aquello siguió estando solo, nunca recio una retribución de sus propios sentimientos. Siguió hundido en su propia miseria, descuídandose en todos los sentidos y persiguiendo un sueño arruinado por constantes rechazos. Obtuvo heridas que nunca sanarían, lloró hasta saber que él mismo se perdería a un punto de no retornó. Lo supo cuando jungkook continúo jugando con sus sentimientos, arrebatándole todo con su estúpida y hermosa sonrisa, cuándo le dejó enloquecido por él, por su aroma y por su presencia en las frías noches, esas que pasaba en vela.

No, amar no era agradable, Taehyung lo estaba viviendo en carne propia y sólo quería huir de sus propios andares.

¿Por qué el?

No había hecho nada más qué respirar, siendo un diámetro más de esta tierra, una simple hormiga viviendo entre gigantes avasallantes. Todo era tan humillante, él, un hombre solitario, enamorado de un chico que ya sabía amar, que había Sido rato entre manos ajenas y ahora se dedicaba a lo mismo sin parar.
Enamorar a otras personas siempre fue fácil, sólo había que tener una adorable apariencia y con una sonrisa su tarea ya estaba hecha.

Jungkook era un ser horrible a ojos de taehyung, era su peor pesadilla y su mejor anhelo. Su sueño, su adicción, su todo, Jungkook lo había roto y solo el podía volver a armarlo, hasta las últimas consecuencias, Taehyung continuaría sumido en su inspirada exististencia.

Drogas, alcohol, sexo sin amor y besos fríos que debían otorgarle un dulce calor. No, Taehyung no estaba recibiendo nada.
Su vida se iba de entre sus dedos y él no podía pararlo. Jungkook lo había tomado todo. Le había convertido en un alma en pena. Un hombre hambriento de amor y sediento de una muerte segura.

¿Cómo podría él poner fin a esta locura?

Taehyung ve a la muerte ronda por los alrededores, sonriendo con aquellos horribles colmillos y atrayendolo inevitablemente convirtiendose en su próximo delirio.

¿Era buena la muerte?¿O sólo era un mayor testigo?

Taehyung lo iba a averiguarlo, no tenía nada que perder, no dejaría nada tras de él, había sido abandonado, usado como un títere, maniobrado bajo la crueldad de un falso amor que continuaba brillando en su mente con todo su esplendor, recordándole lo inutilidad de su vida y lo poco que había valido para un hombre que le había apartado tantas caricias inhumanas, impuras, llenas de una locura aplastante y un sentimiento sádico rebosante de crueldad.

Taehyung suspiró bájamente, no pelearía más.

Sus dedos se mueven sobre la hoja de papel, el frasco de pastillas en su mano libre tiembla de forma incontrolable, el sabor amargo de la muerte se postra en su boca, haciéndole ver qué ya era una real derrota.

No había marcha atrás, y él iba a continuar de sellar su destino, ese que la maldita vida le obsequió al inicio de su caminó.

El deseo de la muerte y el amor se unen en frases que le causan más dolor. Lágrimas silenciosas mojan su rostro sin parar, su cuerpo se entumece con el pasar de los segundos.

¿Es esta su realidad?

La muerte se postra a su lado, acariciando sus hebras rosas con sus huesudos dedos, le murmura bajamente el cántico de su siguiente infierno, su mano ha parado de moverse, el lápiz cae sobre el papel y el frasco resuena vacío a sus pies
El sueño le embarga por completo y sonríe con complicidad.

"Lo siento..." murmura cerrando sus ojos, la sangre se desliza de su boca sin parar. " Ya no puedo respirar".

La muerte sonríe al vacío acariciando la espalda del joven fallecido y cantando aquella tonada devastadora.

Amar no es algo lindo.

La historia de Taehyung podría mostrarlo como un severo castigo.

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2022 ⏰

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