El arte de las emociones

Mi laberinto

Clara trataba de resolver el laberinto en la hoja del restaurante. Ella prefería resolver ese simple acertijo que su vida, pero sus pensamientos no la dejaban concentrarse

Cuando había ido a visitar la casa de su madre y vió su cuarto, un enorme escalofrío la invadió. Ella tenía algunas voces y recuerdos muy borrosos que no conseguía traer a la mente

¿Que había pasado? ¿Que era lo que se fugaba en sus recuerdos?

Sin duda había sido otra laguna. Su propia mente era un gran laberinto.

*años antes*

Mientras su madre tarareaba en la cocina, Clara jugaba con sus muñecas en su habitación.

Cuando se dió vuelta para recoger otra Barbie, su padre la observaba desde el marco de la puerta. Cuando se vieron a los ojos el empezó a avanzar con una mirada que hasta la fecha ella desconocía

—Shhhhh —susurró él mientras se acercaba cada vez más

— ¿Papi? — balbuceos ella

Cuando estuvieron a unos cuantos centímetros de distancia se percató que su padre olía a alcohol

— No le digas a mami

Trató de quitarle la ropa y ella entre lágrimas guardó silencio. El sabría lo que hacía, ¿Verdad?

—Hija ya es hora de que duer... — la madre no pudo continuar porque con gran terror vio lo que estaba a punto de suceder

—Gabriel, ¿Que haces? — dijo con todas espasmo, pero el guardo silencio — ¡Contesta maldita sea!

Clara no entendía lo que sucedía, pero su terror y su incomprensión era notoria para su familia

Ese día hubo una gran discusión y una sola muerte. Alguien se salió de control y otro lo olvidó

Ojalá Clara no recuerde nada. Ojalá no resuelva su laberinto