III

501 16 16
                                    

Insconcientemente me mordí el labio inferior, Mimi estaba de pie con un precioso traje negro, con el pelo suelto y los labios rojos, y unas bambas negras

-Ana Banana, pasa- me dio la mano, y la acepté gustosamente- tranquila, lo hago yo- me movió la silla para que me sentara y después la arrimó hacia la mesa, ella se sentó enfrente mía

-Mimi, esto es presioso- dije mirándola a los ojos- te quiero- dije pasando mis manos sobre las suyas

-Bueno, he cocinado un pescado que te gusta mucho-dijo levantándose para ir a recogerlo- tachaaaaaaan, merluza al hornooooo- dijo sonriendo, dejando la bandeja encima de la mesa

-Mmmm que buena pinta tiene-

-No tanto como el postre- dijo guiñandome el ojo-Trae el plato Banana- me hecho un trozo bastante grande, y me hecho un poco de mayonesa- pruébalo y dime como está

-Esta delisioso, me encanta- dije aplaudiendola-

-Me alegro que te guste tanto-dijo sonriendo, y con los ojillos achinados.

Pasamos una velada, muy romántica, tranquila y con muchas risas.

-Ana- dijo llamando desde algún punto de la casa

-Donde estas, amor- dije entrando en cada habitación de la casa, cuando la vi, tumbada en la cama con un montón de pétalos de rosas, velas por todas partes y una canción de fondo, se me paró la respiración por unos instantes.

-Ven, acércate- Me acerqué y se levantó llevaba el picardías que la regalé por el amigo invisible del año pasado.

-Uf que bien te queda jodia-ma hice un repaso no muy disimulado, estaba a unos centímetros de mi.

-Amor, quítate esa americana y los tacones- la hice caso y me quedé solo con los pantalones, y el picardías, obvio- ahora te ayudo yo con lo demás-
Dicho esto me empotró contra la puerta que estaba cerrada, y me empezó a besar con delicadeza, pero con mucho amor y pasión, sus manos estaban rozandome el culo, y su boca empezó a descender, entre jadeos, me desabrocho el pantalón y lo tiró al suelo, se dirigió a la cama, sin dejar de besarme, me tumbó, y se puso encima mía
-Te había dicho lo guapa que estás - dijo dándome un repaso de pies a cabeza-
Volvió a lo que estaba haciendo, busco para desabrocharme el picardías, empezó a bajar la cremallera, y me senté par ayudarla a quitármelo.

-Quitatelo tu también-la dije. Se lo quito despacio, y no apartó la mirada de mis ojos, se lo quito y fue directa a mi cuello y con la mano derecha fue a mi pecho empezó a masajear, hasta que con los dedos pulgar e índice, me cogió el pezón y masajeó , me estaba empezando a mover para conseguir más contacto, Mimi se dio cuenta, pero aún así siguió a lo suyo, cambio de mano y de pecho e hizo lo mismo que con el otro.

Tras un rato, empezó a descender más, llenando de besos todo mi abdomen, hasta llegar a mi parte baja de mi vientre, paró y me volvió a besar, bajo dejando besos por todos los lunares que veía.

-Amor abre las piernas- las abrí lo más rápido que pude, necesitaba que me hiciese algo ya- Ay reina como estás parece que te hayas derramado una botella de diez litros de agua- dijo riéndose y mirandome- a ver, a ver- dijo rozando todo lo que venía siendo mi coño- casi me corro yo, solo rozando te-

-Mimi.... venga .... has algo-dije entre jadeos, con la respiración agitada-

-Como, no te entiendo- dijo poniéndose una mano en la oreja, para que se lo repitiese-

-Mimi... por favor- dije otra vez
-Reina lo siento no te esch...-

-QUE ME FOLLES COMO NUNCA LO HAS HECHO O ME LO HAGO YO-dije sacando todo el aire que llevaba en mis pulmones-

EllasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora