-Joder amiga- decía Miriam, observando el anillo de mi dedo anular- tremendo pedrolo- dijo mirandome a los ojos y sonreir- espero que a la rubia la hayas dado lo suyo por la noche
Empezó a reír, y con ella, Aitana y Nerea.
Estabamos las cuatro en un bar de Malasaña, pasando la tarde.
-Y que, como fue esa pedida de mano- dijo Aitana, interesada.
-Pues fue cuando fuimos en fin de año en Nueva York, antes de que se acabara el año, la dije unas cosas, cursis- reí- y me arrodile delante de toda la gente y dio la casualidad de que ella también tenía pensado decirmelo- dije sonriendo melancólica, al recordar el momento
-Buah Ana que bonito, y con nieve y todo, jolines- dijo Aitana con los ojos vidriosos.
-Pero pequeña no llores- dije abrazandola, ya que la tenia al lado
Seguimos hablando un rato más, hasta que decidimos irnos, ya que teníamos planes separados.
-Bueno chicas, ya nos veremos- dije despidiéndome de ellas.
-Si, haber si cenamos todos juntos- dijo Nerea abrazándome
Nos despedimos y nos fuimos cada una por un camino distinto.
Llegue a casa y decidí sacar a Dumbo a pasear ya que a Mimi se la había olvidado.
Di una pequeña vuelta ya que hacia un frío de cojones.
Al volver a casa, puse la calefacción, para entrar en calor.
Fui directa al pequeño estudio y empecé a improvisar algo, que estaba en mi cabeza.
-Amor, ya estoy en casaaaaa- escuche a Mimi decir en voz alta- ¿donde estás?
-En el estudio
Vino hacia mí, y me dio un beso en los labios, y puso su brazo izquierdo por encima de mis hombros.
-¿Hablaste ya con tu padre preguntó sentándose en el hueco que quedaba del pequeño banco del piano.
-No, no me cogió el teléfono
-Bueno, prueba ahora si no, o espera a que llame él
-Llamaré después de cenar, y tú- la miré- ¿hablaste con tu mamá?
-Si, tiene muchísimas ganas de venir a la boda de abrazarte y todo- dijo sonriendo, sonriendo de verdad- y haber si se lo decimos a los que faltan, porque solo lo saben Ricky y Miriam.
-Y también Nerea y Aitana- dije mordiendome el labio culpable
-¿Si?- preguntó-¿cuándo?
-Hoy mismo, quedé con Miriam y después las encontramos en el bar y pues nos sentamos con ellas y hablamos de- pare pensando o más bien recordando de lo que hablamos- pues de Año Nuevo o algo de eso, y preguntaron que que tal en Nueva York y a Miriam se la escapó la pedida.
-Esta Miriam- dijo riendose y negando con la cabeza- bueno, ya quedamos todos juntos por aquí y se los decimos- dijo acariciandome la mejilla y sonreirme
-Y, ¿y cuándo planificamos todo?
-Mas adelante, cuando sepan más gente y así sabemos cuántas personas, más o menos, va a haber- dejo un beso en mi mejilla y se levantó- voy a ducharme, ¿vienes?
Asentí y fuimos las dos juntas hasta el cuarto el baño.
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-Eyyyy que pasa genteeee- gritaba Agoney acercándose hasta el restaurante que Mimi, esta misma mañana, reservó.
