Capítulo 4

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NOTAS INICIALES: Lo siento ;; me atrasé más de lo propuesto. Este es el último capítulo(?)

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Después de su fallido intento de lograr alcanzar el talismán que lograría sacarlo de su prisión, Jiang Cheng solucionó el problema entre sus piernas y se dio un baño más largo de lo común. Evitando a Lan XiChen como si fuera la plaga; no se atrevía a mirarlo, no tenía la cara tan gruesa para hacer eso.

Ni siquiera se asomó al comedor donde Lan XiChen dijo que lo esperaría. Sentía mucha rabia por haber fallado, pero más que nada, sintió vergüenza por su accionar. No podía engañarse a sí mismo; estuvo más que dispuesto a entregarse al Líder Lan.

Por eso, tomó una decisión; salir de la casa y esconderse en uno de los tantos rincones del terreno donde estaba secuestrado.

Nunca aceptaría ante nadie que realmente huyó, y menos que pasó todo el día y esa noche escondido con los sentidos alertas en caso de que Lan XiChen se acercara a él.

En los siguientes dos días se mantiene haciendo exactamente lo mismo; alejándose muy veloz apenas siente la presencia del líder Lan, ignorando por completo sus llamados, y no volviendo a la casa donde sabía que se encontraría con Lan XiChen. Se justifica diciendo que solo es cautela, puesto que simplemente no cedería a los encantos del otro... no de nuevo.

En el tercer día algo dentro del Jade debió cambiar, haciéndolo más insistente, y hasta perturbador, en sus acercamientos. Acciones que pronto comenzaron a incomodar a Jiang Cheng, hasta que le hicieron explotar.

–¡Deja de seguirme! – gritó –¡¿No entiendes que no te quiero ver?!

–A-Cheng, ¿por qué no entramos a la casa? – preguntó ignorando el grito del menor –Preparé una deliciosa sopa para ti.

–¡Que no! – gritó esta vez volteándose con rapidez quedando frente a frente a Lan XiChen.

Al ver su rostro su sangre se congeló, el mayor sonreía, sí, pero algo más había en esa sonrisa; algo oscuro que le causó escalofríos.

–Te lo pediré una vez más, A-Cheng – dijo tranquilamente –; ¿Por qué no entramos a la casa? Preparé una muy deliciosa sopa para ti.

El líder Jiang tragó sin saber que decir, aun así, no bajó la cabeza. Podría estar a la merced de Lan XiChen, pero eso no significaba que se dejaría intimidar tan fácilmente.

–... ¿Acaso eres sordo? – dijo – No quiero.

Por unos segundos que parecieron horas, ambos se miraron fijamente a los ojos, ninguno pensaba ceder.

Pero todo cambió cuando Lan XiChen veloz tomó la muñeca de Jiang Cheng, evitando que este se alejara de él, sorprendiendo al menor con esta maniobra tan atrevida. Sin embargo, y a pesar de la forma tan brusca, el agarre no lo lastimaba; es más, sentía como el mayor lo sujetaba cuidadosamente.

Lan XiChen no lo forzaba. La idea de aquello le hizo sonrojarse furiosamente. Rubor que no pasó desapercibido por el Jade, quien ante la vista de un frustrado y confundido menor, sonrió complacido para luego tomar con suavidad esa mano y entrelazar sus dedos.

Sin que ninguno dijera nada, disfrutaron del calor de las manos contrarias, hasta que Lan XiChen acercó una de las manos, del líder Jiang hasta sus labios y posó un casto beso sobre el dorso de esta. La mirada del menor estaba hipnotizada por la íntima acción, pero se encontraba más perdido por la sensación que solo esos labios causaron en su mano.

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