verdadera magia en un joven mago (Proceso de Edición)

Capítulo 1: el niño no tan común

Ezequiel, sabía que no era normal como los otros niños de su edad, pero tampoco se creía especial, porque desde su punto de vista por mucho que se esforzará nadie lo aceptaba tal como él era.

La familia de Ezequiel (paterna y materna) era de mucho dinero, una condición que incomodó mucho al niño, porqué muchos de los otros niños se acercaban a él por su dinero pero a pesar de sus orígenes tenía una humildad inusual, no era arrogante como otros niños ricos, el niño era de estatura alta sinceramente gordo, de piel blanca, tenía abundante cabello negro azabache, quebrado tenía unos labios muy rojos que hacían contraste con su piel, sus ojos eran de color café oscuros que se volvían claros cuando la luz natural aparecía, en años posteriores todos aquellos que lo conocieron decían que tenia unos hermoso ojos

El niño vivía con sus abuelos maternos en el número dieciocho de anacahuita: ubicado en un tranquilo barrio cercas del centro Coyoacán de la ciudad de México, sus abuelos maternos, tenían un terreno vasto, en el centro del terreno se encontraba la casa, de tres pisos hecha de piedra y ladrillos, en la vivienda había cinco habitaciones (sin contar el sótano, la sala, cocina, ático y el taller de carpintería del abuelo de Ezequiel) dos la ocupan los abuelos de Ezequiel por separado, otras 2 fueron ocupadas por su tío y Ezequiel (el tío de Ezequiel vivía aún con los abuelos de Ezequiel) pero la última recámara se usaba cómo habitación de huéspedes, alrededor del terreno, había una barda de dos metros y medio que protegía el terreno, en torno a la vivienda se hallaba un hermoso jardín que contenía plantas de todo tipo belladona, valeriana y manzanilla etc. Sin embargo él único árbol que se encontraba en el terreno se hallaba en el jardín trasero, era un manzano con las frutas más hermosas y jugosas del mundo, la habitación del niño se ubicaba en el segundo piso, era la más amplia con un escritorio donde colocaba sus cuadernos de la escuela del lado derecho se encontraba un estante con libros de conocimientos de todo tipo, sin embargo había un tema que para el niño era muy preciado:

libros de princesas, animales mágicos parlantes, aventuras fantásticas y magia.

Ezequiel desde pequeño supo lo que era la muerte. pues el niño perdió a su mamá cuando tenía cinco años, no recuerda muchos detalles sobre cómo murió pero lo único que alberga en su mente es una luz verde cegadora, su madre tirada en el suelo con los ojos abiertos sin expresión, pero lo más aterrador para el niño hasta ese momento, era la risa fría de alguien

Después de su muerte tanto Ezequiel como su padre nunca fueron los mismos pero el niño tenía la esperanza de que su madre estaba con él aunque el niño no pudiera verla, aunque a veces se ponía triste cuando pensaba en ella, el padre de Ezequiel era bajito, delgado de cabello negro azabache como Ezequiel, lacio y sin brillo con canas, la piel la tenía arrugada, extremadamente ojeroso, de piel pálida como un muerto, ojos cafés oscuro que todo el tiempo estaban inyectados de sangre (este aspecto lo obtuvo después de la muerte de la madre de Ezequiel).

El padre de Ezequiel al enterarse de la muerte de su esposa cayó en una gran depresión pues él amaba mucho a la madre de Ezequiel pero con el paso del tiempo se volvió alguien agresivo y lleno de vicios e inestable también empezó a maltratar física y psicológicamente al niño, Ezequiel por otra parte no entendía que hizo mal para recibir desprecio e indiferencia de la persona que debía de protegerlo

- Me das asco quítate de mi vista, sólo sirves para estorbar, repugnante mocoso (kataplum)

Ezequiel ya estaba acostumbrado a los golpes que su padre le daba (la primera vez fue meses después de la muerte de su madre, estaba ebrio) no lloró en frente de su padre debido a que era fuerte de carácter y no quería darle la satisfacción de considerarlo débil pero cuándo estuvo sólo lloró como nunca, en ocasiones llamaba a gritos a su madre. Pero ella nunca vino, nadie fue a su rescate.