Nick

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Yo estaba en la cafetería cuando lo vi, vi como aquel imbécil le tiraba la comida a aquel pobre niño, en ese momento me vino a la mente los días en mis anteriores institutos, en ellos aquel pobre niño que era humillado delante de todos sus compañeros de clase era yo.

No podía soportar que le pudieran hacer algo así a un pobre chaval que no puede defenderse ante aquel mastodonte que era un cuatro por cuatro. Cuando me quise dar cuenta ya estaba sobre aquel subnormal dándole puñetazos en la cara.

Varios colegas suyos me agarraron y me empezaron a dar puñetazos por todos lados, no sabia por donde me venían y agarre la primera mano que pille y le estampé contra el suelo.

Había ido a boxea pero 5 contra uno era una batalla perdida. Noté como me rompieron el labio y como tenía sangre en la boca.

Yo a uno de ellos  le había roto la nariz, a los otros tres les había soltado un par de puñetazos pero no conseguí tirarlos al suelo.

Al contrario que el cuatro puertas, que con un par de golpes en la cara y el estómago se había quedado en el suelo.

En menos de cinco minutos de pelea los profesores ya nos estaban separando y mandando al despacho del director de uno en uno.

Me senté en aquellas asquerosas sillas del despacho mientras me ponía el hielo en el labio y me concentraba en el dolor.

-A la siguiente no sales vivo chaval-me dijo mientras se giraba en aquella silla para mirarme a los ojos

-A la siguiente ten los huevos de pegarte tu solo y no lanzarme a tus secuaces imbécil-le dije a la vez que le fulminaba con la mirada y notaba como sus músculos se estremecían.

-Cuidao con lo que haces que en la calle no va ha haber nadie para separarnos.

Cuando estaba a punto de decirle cuatro cosas al subnormal este la puerta del director se abrió y nos llamo a los dos.

Nos estuvo dando la chapa como quince minutos y no estaba prestando mucha atención hasta      que dijo que nos pidiésemos perdón y nos diésemos la mano.

Pero que me está contando este tío, no le daba yo la mano a este ni en su puto funeral.

Nos dijimos perdón pero nuestras miradas decían otras muy distintas.

pero lo peor de todo fue que me castigaron a mi limpiando el puto pabellón, a el le ponen solo un parte y a chuparla, no jodas hermano.

Cuando salí me quedé quieto en medio la sala de espera. Hay la vi, era bastante bajita, con el pelo castaño y los ojos marrones pero la verdad es que tenia un cuerpazo, tenia unas piernas que no eran ni delgadas ni anchas, eran to bonitas la verdad y tenia unas tetas que yo le hacia...

-Para Nick, para, que acabas de salir de una bronca y piensas en tetas tio-me dije a mi mismo sin poder apartar la mirada de aquel pivón.

 No llevaba los típicos pantalones de mega guarra que me llevaban todas, eran unos shorts normalitos, de los que nos vas enseñando medio culo. 

Creo que la asuste un poco, porque sin darme cuenta me había quedado mirándola y con el puto papel del hielo con sangre, así que sin perder el tiempo salí de aquel trance y me fui sin mirar atrás.

Al día siguiente después de las clases me toco ir al poli, y cuando entre la vi, la verdad es que no me la esperaba ver a ella castigada; tenia cara de no haber roto un plato en su puta vida.

Se puede conseguirWhere stories live. Discover now