II

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Luzu se quería levantar de la mesa, no le causaba mas que incomodidad el estar sentado ahí. Viendo como todos tenían un lugar, menos el, si se sentía tan irrelevante era porque quizá si lo era.

Un sentimiento de nostalgia lo invadió, antes le causaba mucha paz estar con sus amigos. ¿Paz?, ¿hace cuánto sus pensamientos no le dan aquella calma deseada?. A Luzu le encantaría decir que desde las elecciones, pero admitámoslo, desde antes su cabeza ya era un embrollo de tristeza y melancolía.

Conforme iba amaneciendo, las ganas de Luzu de irse iban aumentando, pasó tanto tiempo ahí porque Vegetta le insistió y lo mantuvo a base de alcohol.

—  Saldré a fumar —  Dijo de forma cortante. ¿Fumar?, Luzu no fuma. Pero antes de que lo cuestionaran salió.

Vegetta había mantenido la puerta de la muralla abierta, así que camino al puente.

Subió la cabeza mirando como el cielo cambiaba de colores poco a poco. Miro al horizonte y sonrió viendo el amanecer. Por último se asomo a la parte de abajo y también sonrió.  "Ya es hora" pensó aún con la mirada baja.

Poco a poco los ojos de Luzu se comenzaron a humedecer, a la par que la sonrisa iba desapareciendo y comenzó a sollozar.

Esta vez si se cumplirá la misión, esta vez si se acabara su sufrimiento y esos pensamientos por fin se callaran. Luzu solo quería un poco de paz y al parecer esa era la única forma.
Había tenido intentos fallidos, sus brazos son la muestra, pero el miedo siempre lo invadía y evitará que sucediera. Pero en esta ocasión no había miedo, había cansancio y alcohol que callaba aquel sentimiento.

Se proponía a colocarse en la orilla del puente, pero escucho risas provenientes de la casa de Vegetta y sonaba como se aproximaba a el. Se alejó de la orilla y seco las lágrimas con sus manos.

— Luzu, Vegetta dice que nos vayamos — Dijo Willy pasando a su lado mientras ayudaba a Fargan a caminar.

— ¿Qué ocurrió? — Pregunto Luzu con el tono más neutro que pudo.

— Lolito vómito en su sala — Respondió Auron ayudando de igual manera a Lolito a caminar. Detrás de ellos iban Alex y Mangel , el que tenía un peor estado era Mangel

— ¿Y Rabis? — Pregunto Luzu

— Se quedó con Vegetta, no se podía levantar el chaval — Respondió Alex riendo un poco — Vamos Luzu — Dijo Alexby sonriéndole.

El de ojeras se lo pensó, pero quizá era una señal, quizá podía empezar otra vez y olvidarse de los malos tragos.

Luzu camino al lado de Alexby y Mangel. Podía volver a ser fuerte si se esforzaba lo lograría, en esas tres semanas se esforzaría lo máximo para que su esencia volviera y tal vez la paz anhelada vuelva.

Bajaron por el ascensor, Luzu, convencido de que era una señal, iba muy animado, incluso se reía de los chistes que soltaban los ebrios de sus amigos y se sentía un poco mejor.

Se detuvo un momento a volver a ver la isla flotante de Vegetta, regreso la mirada a sus amigos y otra vez los pensamientos lo azotaron. Todos iban en pareja menos el.

El sentimiento de soledad volvió, la tristeza, la ansiedad regreso, el enojo hacia el mismo lo golpeo, y el arrepentimiento de no saltar comenzó a ser constante. Comenzó a morderse el labio, la respiración era irregular, sus manos temblaban y sudaban. ¿Por que era tan estúpido?

— ¿Luzu? — Alexby lo llamaba — Vamos, tu igual estas ebrio y te tengo que cuidar — “Eres una carga”, “No lo importas”, “Eres una mierda”. Las voces eran más intensas acallaban cualquier otra idea

— Mi saco… — Dijo en un suspiro que Alex alcanzó a escuchar. Luzu comenzó a caminar al faro de nuevo. Solo iría por su saco y volvería.

Alex pidió al resto que esperaran a Luzu y aceptaron. Después de todo Willy tenía que vomitar.

Luzu subió el ascensor, camino el puente abrazándose a si mismo y con la cabeza hecha nudos oscuros. A mitad del camino se detuvo, miró a un costado y vio el amanecer. Sintió esos cálidos rayos en su rostro y sus ojos se comenzaron a humedecer. Un llanto desconsolado inició, escoltado por pensamientos negativos  y emociones desbocadas.

Comenzó a caminar a la orilla, aun manteniendo la vista fija al horizonte. Se colocó justo en la orilla, aun las lágrimas humedecían sin cesar su rostro y sentía adrenalina por sus venas. Dio un último vistazo abajo, donde estaban sus amigos, volvió a sonreír nostálgico, al menos en la cena se había despedido de todos.

Regreso su mirada al amanecer, sería lindo que eso fuera lo ultimo que viera, como algo surge mientras algo se va.

— ¡Luzu! — Se escuchó la voz de Vegetta gritar con pánico. Luzu miro en dirección a la casa de Vegetta y ahí estaba el dueño de está, mirando con miedo y confusión. En su mano se veía el saco de Luzu. Al lado del de ojos morados está Rubius mirando con la misma cara de pánico. Ambos comenzaron  a correr en dirección a su amigo.

— ¡Baja! — Gritó con desesperación Rubius. Luzu solo negó con la cabeza, miro el amanecer y sin pensarlo mucho salto.

Se cree que el último sentido que pierdes al morir es el oído pero no se sabe con exactitud. Jamás sabremos si Luzu escuchó el grito desgarrador de Auron, si escucho los sollozos de todos, si escucho los cuestionamientos o si escucho los “te quiero”.

Ese día el castaño no se fue de Karmaland, pero el resto ya no lo volvería a ver

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⏰ Última actualización: May 31, 2020 ⏰

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